- Desde hace dos décadas, el artista Matthew Simmonds ha encontrado su nicho en el mundo del arte.
Siguiendo la larga tradición de la escultura de mármol, Simmonds parece descubir modelos arquitectónicos en miniatura ocultos en piedras pequeñas y porosas. El efecto, que asombra por su atención al detalle, hace que parezca que las escenas apenas están siendo redescubiertas, y que Simmonds está desenterrando ruinas antiguas que llevaban mucho tiempo olvidadas.
Las piezas cinceladas presentan grandes arcos, techos decorativos e incluso pequeñas estatuas metidas en los recovecos de los interiores de roca de Simmonds. Pero más allá de sus paredes vemos los bordes ásperos de la piedra para recordarnos que en medio del refinamiento hay una belleza en bruto. Un aspecto informa al otro, y esto llega al corazón de su obra. “Basándose en el lenguaje formal y la filosofía de la arquitectura”, dice la declaración de artista de Simmonds, “la obra explora temas de forma positiva y negativa, el significado de la luz y la oscuridad, y la relación entre la naturaleza y el esfuerzo humano”.