¿Es malo el azúcar para nuestra salud?

Es algo que está presente en muchos de los alimentos que comemos

El azúcar es algo que está presente en muchos de los alimentos que comemos en nuestras vidas diarias. A casi toda la gente le gusta comer cosas dulces como postres, o tomar bebidas dulces como el refresco. Aunque durante muchos años el azúcar ha estado presente en nuestra dieta, hoy lo vemos como uno de los peores ingredientes de la vida moderna. Pero, ¿Qué le hace el azúcar a nuestra salud? ¿Es verdaderamente malo para nosotros?

Para contestar mejor estas preguntas, es necesario explicar qué es el azúcar:

El azúcar es el edulcorante natural más utilizado para proporcionar sabor dulce a los alimentos. El azúcar abarca una gran variedad de endulzantes que se pueden dividir en monosacáridos (como la glucosa, la fructosa y la galactosa) y endulzantes complejos (como la sucralosa, lactosa, maltosa, etc.). El azúcar que solemos usar es la sucralosa y es un carbohidrato que se encuentra de forma natural en diversas plantas, principalmente en la caña de azúcar. La sucralosa está compuesta por dos tipos de endulzantes simples: fructosa y glucosa.

Ya que sabemos qué es el azúcar, hay que ver qué nos hace el azúcar al cuerpo y a la salud:

  1. El azúcar añadido afecta a los dientes y no aporta nutrientes esenciales

Los endulzantes añadidos, como la sucralosa o el jarabe de maíz de alta fructosa, contienen un alto porcentaje de calorías vacías, por lo que no aportan nutrientes esenciales de ningún tipo.

   Debemos recordar que el cuerpo requiere nutrientes, como proteínas, grasas esenciales, vitaminas y minerales, pero el azúcar solo contiene energía, entonces no nos trae nada al cuerpo. Cuando el azúcar representa un 10-20 % de la ingesta calórica, se pueden desarrollar serios problemas de salud y deficiencia de nutrientes. Además pueden aparecer caries, debido a las partículas de energía digeribles del azúcar que fomentan la aparición y crecimiento de bacterias en la boca.

  1. El azúcar puede causar resistencia a la insulina, la antesala del síndrome metabólico y la diabetes

La insulina es una hormona vital para el funcionamiento del cuerpo pues permite que la glucosa entre en las células de la sangre y fomenta la quema de glucosa. El exceso de glucosa en la sangre puede generar una reacción tóxica que se manifiesta en complicaciones de la diabetes.

   La dieta occidental puede causar cierta disfunción metabólica en que la insulina deja de funcionar correctamente porque las células se vuelven resistentes a ella. Esto se conoce como resistencia a la insulina y puede provocar obesidad, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

   Diversos estudios han demostrado que el consumo de azúcar promueve y facilita la resistencia la insulina, especialmente cuando su consumo es excesivo. La resistencia a la insulina puede después convertirse en diabetes tipo 2. Con el tiempo, la resistencia a la insulina se vuelve más fuerte y tu páncreas ya no puede producir la cantidad de insulina necesaria para mantener controlados los niveles de azúcar en tu sangre. En este punto es cuando el diagnóstico de la diabetes tipo 2 puede ser inevitable.

  1. El azúcar puede provocar cáncer

El cáncer se ha convertido en una de las mayores causas de mortalidad en el mundo y se caracteriza por el crecimiento descontrolado y la multiplicación de las células nocivas. La insulina es una de las hormonas clave en la regulación de este crecimiento. Muchos científicos creen que los niveles de insulina altos y constantes causados por el consumo de azúcar pueden contribuir a la aparición de cáncer.

   El consumo de azúcar no determina que una persona sufra cáncer o no, pero sí es un factor que no debemos pasar por alto. Para evitar correr el riesgo se debe procurar llevar una dieta sana y un estilo de vida saludable.

  1. Debido a sus efectos en la hormonas y el cerebro, el azúcar puede favorecer la obesidad

   Las propiedades de cada alimento tienen diferentes efectos en el organismo y en las hormonas que controlan el consumo de alimentos. Varios estudios han demostrado que los efectos de la fructosa y la glucosa son muy distintos.

   Los alimentos que contienen fructosa (frutas, verduras…) pueden generar letargo o disminución de la actividad física, y no generan saciedad en las áreas del cerebro que controlan el hambre. Con el tiempo, esto puede provocar una mayor necesidad de comer alimentos ricos en azúcar.

   El principal problema es que esta necesidad se convierte en un círculo vicioso del que es difícil salir. Cuanto más azúcar se consume, más aletargado está el cuerpo y más necesidad de consumir azúcar se siente.

  1. El azúcar es muy adictivo debido a la liberación de dopamina que produce

El azúcar puede ser sumamente adictivo para mucha gente. Al igual que las drogas, el azúcar promueve la generación de dopamina en el centro del placer del cerebro.

   Los alimentos endulzados artificialmente tienen ingredientes que no encontramos en los alimentos naturales y que el cuerpo no puede controlar. Por este motivo, quienes son particularmente susceptibles a caer en una adicción pueden correr más riesgos con el azúcar.

   Quienes viven con adicción al azúcar deben buscar atención médica y nutricional para modificar los hábitos de consumo dañinos. En algunos casos también es necesaria la atención psicológica para tener un tratamiento completo.

¿Cuál es la cantidad de azúcar que debemos consumir?

 La Asociación Americana del Corazón recomienda que las personas no consuman más de 24 gramos de azúcar añadida por día. Esto equivale a 6 cucharaditas o 100 calorías (menos de lo que contiene una lata de refresco).

La mayoría de las veces ni siquiera nos damos cuenta de que estamos consumiendo azúcar. Podemos encontrar diferentes tipos de endulzantes en productos de todo tipo: aderezos de ensaladas comerciales, jugos, néctar de agave, alimentos light, quesos, etc.

   Para evitar el consumo de azúcar no deseado es importante leer las etiquetas y eliminar o limitar el consumo de aquellos productos que contengan algún tipo de azúcar añadida. Si bajamos nuestro consumo de azúcar, nos encontraremos más sanos.