El mundo de los negocios está cambiando vertiginosamente, en particular a la hora de realizar entregas y sobre todo existe una renovada ansiedad de parte de los consumidores que (con toda razón del mundo), no quieren esperar ni un segundo de más. Estos avances, que se dan principalmente gracias a las nuevas tecnologías, pero también gracias a las capacidades logísticas, están llevando el futuro de los negocios a la inmediatez. A solicitar mediante entrega algo y esperarlo en las próximas horas, como se está dando en muchas regiones de los vecinos del norte.
Esto implica también un nuevo tipo de vendedor, más ágil, más pendiente a lo que quiera el consumidor y sobre todo dispuesto a entregarlo. Las retroactividades que vuelcan los clientes sobre aquellos vendedores que no les “gustaron”, son letales en algunos casos, implicando que se pierdan muchísimos negocios futuros. Es más, hasta existen iniciativas que fomentan grandes “clústeres” de ventas que implican un frenesí para el que se debe estar preparado, o bien perder en grande. Se trata casi de apuestas en las que los comerciantes dejan mucho de sí, con la promesa de ganar muchísimo.
La solución del dropshipping
En una era donde la palabra clave es “satisfacción del consumidor”, no existe demasiado margen para estar pensando si la entrega se perdió en el camino, si debemos reemplazarla por el stock que tenemos en la tienda quizás a cientos de kilómetros de distancia o si nos veremos obligados a pagar el enorme costo de un envío prioritario aéreo. Es que en el clima actual, atrasarse en una entrega es básicamente perder a un cliente, como bien se explican en los cursos que brinda Udemy acerca de esta nueva tendencia del dropshipping. En particular en una era en la que según las recientes estimaciones, entre 22 al 33% de los vendedores utilizan este revolucionario sistema.
Nacida principalmente de la mano de empresas como Amazon, gigantes que pasaron de la informática al delivery y ahora hasta el espacio, encontraron una solución más que elegante para poder realizar envíos en tiempo y forma. Se trata de verdaderas naves gigantes cuya única función es almacenar y enviar paquetes de ahí el término “ship” y “drop” de lugar donde almacenar los paquetes que los comerciantes ponen a disposición para poder enviar en menos de 24 horas algunos productos, permitiendo que los consumidores consigan lo que quieren virtualmente de un día para el otro.
En algunos otros casos, los mayoristas son los que instalan las naves de entregas, donde le permiten a los vendedores realizar ofertas que ellos se encargan de enviar. O en muchos casos, realizan directamente las ventas con sus tiendas oficiales. Según las estimaciones más recientes de la Asociación Mexicana de Venta Online, nuestro país podría superar a Brasil para 2023 en el mercado de ventas a través de internet. Este dato surge de los incrementos interanuales que se están registrando, que llevaron que para 2020 se facturen alrededor de 316.000 millones de pesos sólo en venta online, representando un crecimiento del 81%, frente al escaso 9% que tuvo la venta “retail” o en el comercio.