- Deiveson Figueiredo dio tres palmadas con su mano, el público del Gila River Arena de Glendale (Arizona) estalló en júbilo y Brandon Moreno se quedó apoyado en la jaula. Parecía que no era consciente de lo que acababa de conseguir.
Se acababa de proclamar campeón de la UFC del peso mosca. Es el primer mexicano de nacimiento (es de Tijuana y también entrena en su país) que logra un cinturón en la mayor promotora de MMA del mundo. Su triunfo, por sumisión en el tercer round, fue histórico, pero la atmósfera que se generó con un público entregado durante toda la noche hará que este UFC 263 sea difícil de olvidar.
«Somos un país (México) que a veces nos quedamos en la cultura del ‘no se puede’. Si se puede, se pueden cumplir los sueños», espetó exaltado el nuevo campeón. Momento mágico.
Antes de ese estallido de felicidad, y robar el show a la pelea estelar, vimos otra pelea de muchos quilates. Sucedió en diciembre y ninguno defraudó, aunque este sábado había dos velocidades. Moreno salió a mandar y con su jab logró su objetivo. Figueiredo estuvo demasiado expectante en el primer round y lo pagó. Lo perdió y encima se fue al suelo con un jab que el mexicano conectó directo a la pera. En el segundo round, el campeón intentó cambiar un poco la dinámica y llevó la pelea al piso. Ahí, el todavía aspirante, se defendió bien.
El asalto fue cerrado y se podía decantar para cualquier.
No hizo falta que los jueces hablasen, ya que Moreno se encargó de poner punto final a todo en el siguiente acto. Brandon logró un gran derribo, cuando tocó el suelo ya había ganado la espalda a Figueiredo… era cuestión de esperar. Quedaban tres minutos por delante y la posición invitaba a ser optimista para los fans del mexicano. Así fue, el brasileño se defendió del primer mataleón, resistió muchísimo, pero acabó sucumbiendo ante Brandon Moreno.
El final fue historia, lo que vino después fue irrepetible. Tras el éxtasis con Brandon Moreno, la lucha entre Israel Adesanya y Marvin Vettori quedó un tanto descafeinada. Fue un duelo muy cerrado en el que ninguno acabó de lucir. El triunfo fue para el campeón de manera contundente (triple 50-45). Quizá el aspirante mereció algún asalto, pero no le dio para ganar. Cuando vas contra el dueño del título necesitas un punto y eso fue lo que le faltó a Vettori. Demostró que si pelea cien veces contra Adesanya le complicará siempre, pero este sábado no tuvo armas para anularle.