- Recomiendan crear un ambiente seguro donde se sientan protegidos para darles la oportunidad de progresar en sus habilidades y aprendizaje.
Con el objetivo de cuidar la salud mental de niñas y niños, los Servicios de Salud en el estado emitieron una serie de recomendaciones al ser los primeros años de vida cruciales para su desarrollo, pues al nacer, el cerebro comienza a establecer vínculos entre neuronas que se construyen en respuesta a estímulos externos, por lo que el papel del medio ambiente, y en particular de los padres, es fundamental.
Entre las principales recomendaciones se encuentran: hacer sentir a hijas e hijos que son escuchados, reconocidos y aceptados, pues esto le dará un sentimiento de valor personal; enseñarle a expresar sus sentimientos; hacer conciencia de cómo hablar de la apariencia física del menor tomando en cuenta que las palabras están construyendo su imagen corporal; tomarse el tiempo para hacerlo sentir importante, físicamente con besos, caricias y mimos, intelectualmente al felicitarlo, hablar de sus logros y referirse a ellos con términos positivos.
Cabe hacer mención que en esta etapa de la vida, el bebé debe ser estimulado y tranquilizado; es entonces cuando se organiza y se pone en marcha la expresión progresiva de las habilidades y el potencial del niño o la niña. Es la calidad de la interacción con el entorno la que determinará en gran medida las posibilidades futuras de expresión de estas habilidades.
La dependencia de salud pública estatal establece que tener buena salud mental significa que una niña o un niño puede afrontar el estrés en cualquier situación, ir a la escuela y jugar en casa o en la comunidad sin que se sienta enojada o enojado, con ansiedad o síntomas de depresión.
Finalmente, recordaron que las niñas y niños necesitan ser guiados, por lo que es importante permanecer atento de no contaminar la relación con cuestiones personales que pueden afectar el desarrollo de las y los menores.