bee-portraits-josh-forwood-4-

Retratos de abejas solitarias resaltan lo que las hace tan especiales

  • Josh Forwood le sacó provecho al confinamiento con un nuevo proyecto: retratos de abejas solitarias.

El camarógrafo y operador de drones para documentales Josh Forwood se especializa en levantar imágenes de vida silvestre, ciencia y aventuras. No obstante, como la mayoría de nosotros, Forwood ha tenido que cumplir con el confinamiento.

El año pasado, al regresar a su hogar en el Reino Unido después de un rodaje, el fotógrafo quedó atrapado en casa por un tiempo. Lo bueno fue que, como todo buen creativo, aprovechó al máximo su tiempo y terminó tomando unos increíbles retratos de las abejas en su jardín.
Antes de partir para su rodaje, Forwood había creado un hotel de abejas para su jardín.

Esta fue su forma de ayudar a la población de abejas solitarias, una especie que se ha visto amenazada por la pérdida de su hábitat. “Las abejas son una especie clave de la que dependen innumerables plantas para la polinización.

Sin las abejas, esas plantas casi se extinguirían; sin esas plantas, las plantas, los insectos y los animales que dependen de ellas para su hogar, alimentos y fertilizantes naturales también morir y así sucesivamente”, le dice Forwood a My Modern Met.

Forwood tenía mucho interés en ayudar a las especies de abejas solitarias, ya que la población de abejas ha aumentado debido a la industria de la miel, que está creando un monocultivo que puede ser problemático.

Las abejas solitarias son polinizadores más eficaces que las abejas mieleras, lo que hace que su supervivencia sea fundamental.

Tras construir su hotel para abejas y compartir un video de cómo lo hizo, Forwood se fue al rodaje que tenía programado. Para su deleite, se encontró con el hotel lleno y activo su regreso.

Mientras observaba a las abejas, comenzó a notar que después de volar al hoyo elegido, se asomaban y descansaban por unos momentos antes de volar nuevamente. Fue entonces cuando nació un nuevo proyecto fotográfico.

El ávido fotógrafo de vida salvaje aprovechó la oportunidad, se armó con una lente macro y se puso a trabajar.

“Lo más desafiante fue colocar la cámara a tiempo”, compartió Forwood. “Desde el momento en que una abeja aterrizaba y se arrastraba hasta su posición, podría haber desde un par de segundos hasta un minuto antes de que volvieran a volar. En ese tiempo, tenía que ajustar la altura y la distancia de la cámara, concentrarme y tomar varias fotos antes de que se movieran”.

Las fotografías son una mirada increíble a estos insectos que a menudo son incomprendidos. Si bien muchas personas le tienen miedo a las abejas, en realidad son criaturas bastante dóciles que están en lo suyo si no se les molesta. Las abejas solitarias, que no tienen una colmena para protegerlas, son incluso menos propensas a ser agresivas ya que no tienen quien las respalde.