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María Teresa de Landa, la trágica historia de la primera Miss México

  • María Teresa de Landa fue nombrada Miss México en 1928; sin embargo, en 1929 enfrentaría un juicio por asesinar a su esposo, el general Vidal Corro.

El triunfo de Andrea Meza como Miss Universo llevó a muchos a recordar las grandes historias en los certámenes de belleza, como la de Lupita Jones en 1991 y Ximena Navarrete en 2010. Sin embargo, también hay historias trágicas, como la de María Teresa de Landa, la primera Miss México, quien fue procesada un año después de recibir el título, tras ser acusada de matar a su esposo.

Te contamos la historia completa de María Teresa de Landa y Ríos, una joven mujer que fue reconocida a nivel nacional e internacional por su belleza, que finalmente se alejó del mundo del espectáculo tras el asesinato de su esposo.

María Teresa de Landa, de Miss México a acusada de asesinar a su esposo

Según el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, en marzo de 1928 una revista promocionaba el primer certamen de belleza Miss México. Las interesadas debían ser mujeres de entre 18 y 25 años, ser solteras, «gozar de buena reputación moral» y no ser artistas. El formato había sido adoptado de Estados Unidos, país que desde 1920 realizaba un concurso interno para dar a conocer a la Miss Estados Unidos.

En ese entorno, María Teresa de Landa y Ríos, una bella joven de 18 años que seguía tendencias en la moda, como el cabello a la altura de la oreja, ropa de flapper, vestido sin talle por debajo de la cintura y con un largo hasta debajo de la rodilla, decidió concursar.

El certamen de belleza se llevó a cabo en varias etapas, incluso en alguna, los lectores de la revista enviaron cupones por correo para votar por su favorita. Sin embargo, el jurado decidió las cinco finalistas tras el concurso de trajes de baño, donde saldría victoriosa María Teresa de Landa, la primera Miss México en la historia.

Según Con-temporánea, una publicación del INAH, el anuncio en mayo del mismo 1928 acaparó las portadas de todos los diarios, y por lo tanto, se había ganado el derecho de representar a México en Texas, en el Concurso de Pulcritud y Belleza Internacional, el antecedente directo de Miss Universo, que se conocería así a partir de la década de los 50.

Según el IIE, todo esto pondría a María Teresa en el radar, por lo que se encontró con varias ofertas para trabajar como actriz en Hollywood, sin embargo, las rechazó puesto que su plan de vida era casarse con el general revolucionario Moisés Vidal Corro, quien tenía 34 años de edad y lo había conocido en el funeral de su abuela, el 8 de marzo de 1928.

Se casaron el 2 de octubre de 1928, y viajaron por el estado de Veracruz, de donde era originario el general Vidal. Sin embargo, María Teresa se fue a vivir en la calle de Correo Mayor en el centro de la Ciudad de México, donde no dejaba que su esposa saliera de noche ni leyera el periódico, puesto que «una señora decente no tenía por qué enterarse de los crímenes y demás ­indecencias que llenan las páginas de los diarios», según citan fuentes de la época.

El domingo 25 de agosto de 1929, de Landa y Ríos se despertó y encontró un periódico y un arma marca Smith and Wesson del general. Uno de los contenidos de aquel diario afirmaba que María Teresa Herrejón López de Vidal Corro denunciaba a su esposo por bígamo. Se trataba de una mujer homónima de ella, quien estaba casada y tenía dos hijas con el mismo general, pero radicaban en su natal Veracruz.

María Teresa tomó el arma para suicidarse, pero ante burlas que recibió por parte de su esposo tras confrontarlo, decidió disparar contra Vidal Corro. Según la declaración forense, ella disparó seis balas y provocó diez orificios. «Una bala cruzó el rostro, la clavícula y volvió a alojarse en el cuerpo del general que quedó tendido en un sillón de la sala del hogar», aseguran. Tras esta acción, ella intentó de nueva cuenta suicidarse, pero ya no quedaban balas.

«Abrazó al general, le pidió perdón e incluso le declaró su amor, por eso su kimono azul quedó totalmente ensangrentado», relata el IIE.
«Tras formarse un escándalo por volver a acaparar la atención mediática, su juicio inició en noviembre de 1929. Según la fuente, asistió con un elegante y sensual, pero enternecedor, atuendo con medias negras de seda para intentar apelar a que quedara exonerada, acto que logró el 2 de diciembre del mismo año».

También cuentan que tras este juicio, se dejaron de realizar los juicios populares, adoptados 10 años antes de éste. Tras quedar libre, María Teresa destacó en el mundo académico. Consiguió grados de maestría y doctorado, y dio clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, en las preparatorias 1, 3 y 5, de materias como Historia, Ética y Filosofía. De Landa se retiró de la vida laboral y académica en 1986 y murió el 4 de marzo de 1992.