6 Temas presentes en los famosos carteles ‘art nouveau’ de Alphonse Mucha

En un esfuerzo por hacer frente al arte académico del siglo XIX, un nuevo movimiento conocido como art nouveau comenzó ganar fuerza en Europa. Esta corriente tenía como objetivo modernizar el diseño. Eventualmente, el art nouveau se convirtió en un estilo que se extendió a lo largo de varias disciplinas creativas, incluyendo la arquitectura y las artes visuales, pero especialmente las artes decorativas. Los artistas se inspiraron tanto en formas orgánicas como en la geometría, lo que dio como resultado diseños elegantes con motivos vegetales y formas arquitectónicas fluidas.
El trabajo de Alphonse Mucha encapsula el movimiento art nouveau como ningún otro. Este artista checo desarrolló un estilo distintivo que fue conocido como “le style Mucha” y llegó a ser reconocido internacionalmente como el “maestro del cartel art nouveau“.
Durante el siglo XIX, el arte solo estaba al alcance de la élite de la sociedad; sin embargo, Mucha creía que el arte debía ser accesible para todos, sin importar su clase social. Así, Mucha trabajó con el impresor Champenois para crear paneles decorativos, carteles sin texto diseñados exclusivamente para decorar paredes interiores. Este nuevo medio marcó el comienzo de los carteles con los que todavía decoramos nuestros hogares en la actualidad.
“Estaba feliz de estar involucrado en un arte para la gente y no para salones privados”, dijo Mucha sobre sus carteles decorativos producidos en masa. “Era económico, accesible para el público en general y encontró un hogar en las familias pobres, así como en los círculos más ricos”.
Mucha exploró seis temas en sus carteles. El primero, Las estaciones (1896), fue tan popular que fue seguido por cinco series más inspiradas en la naturaleza. En Las flores (1898), Las artes (1898), Los momentos del día (1899), Las piedras preciosas (1900) y La Luna y las estrellas (1902) figuras femeninas personifican elementos de la naturaleza. Sigue leyendo para conocer más sobre cada serie.
Las Estaciones, 1896
Las estaciones fue el primer conjunto de carteles decorativos de Mucha y se convirtió en una de sus series más populares. Champenois le pidió al artista que produjera al menos dos conjuntos más basados ​​en el mismo tema en 1897 y 1900. Atribuir una figura humana a las cuatro estaciones no era nada nuevo en ese momento, ya que los antiguos maestros a menudo interpretaban la primavera, el verano, el otoño y el invierno como personas en sus obras. Sin embargo, el estilo de Mucha le dio un giro a este tema. El artista capturó los diferentes estados de ánimo de las épocas del año con cuatro personajes femeninos individuales: la dulce primavera, el seductor verano, el fructífero otoño y el gélido invierno.
Las Flores, 1898
En la serie Las flores, Mucha transformó cuatro flores en mujeres con su estilo distintivo. Una rosa, un iris, un clavel y un lirio son representados como figuras femeninas con vestidos largos que fluyen y están rodeados por sus respectivas flores. Incluso los peinados de las protagonistas parecen imitar las formas de los pétalos y las hojas.
Dos de las ilustraciones en acuarela originales fueron presentadas en la exposición individual de Mucha en el Salon des Cent en 1897, pero el conjunto completo estuvo disponible hasta el año siguiente. La serie fue tan popular que Champenois decidió imprimir una versión más pequeña con los cuatro diseños en una sola imagen.
Las Artes, 1898
Para 1898, Mucha había ganado tanta fama que pudo comenzar a producir sus impresiones en materiales más lujosos. La serie Las artes fue impresa en vitela en una edición de 1,000 copias, y 50 copias adicionales de edición limitada fueron impresas en satén.
Para la serie Las artes, Mucha retrató diferentes disciplinas artísticas como mujeres en ciertos momentos del día. La pintura sostiene una flor roja, que simboliza la inspiración. La poesía contempla un campo iluminado por la luna. La música escucha el canto de los pájaros por la noche mientras la danza se balancea con la brisa otoñal.
Los Momentos del Día, 1899
En la serie Los momentos del día, Mucha combinó colores frescos y delicados con motivos florales. Como sugiere el título, cada figura femenina representa una hora del día: el despertar por la mañana, el brillo del día, la contemplación vespertina y el descanso nocturno. Cada figura está planteada y ambientada en un entorno natural que refleja el estado de ánimo. Las escenas se encuentran dentro de un elaborado marco ornamental, que recuerda a una ventana gótica.
Las Piedras Preciosas, 1900
En Las piedras preciosas, Mucha dibujó cuatro piedras preciosas como mujeres hermosas. Cada figura femenina está ilustrada con túnicas sueltas y adornos para el cabello que recuerdan el color de la piedra. Incluso sus ojos coinciden con el tono de la piedra preciosa que representan. Mucha también unió cada figura con una flor específica.
La figura de la amatista tiene colores violeta, rojo y rosa junto con flores iris. La esmeralda aparece como una piedra preciosa misteriosa con motivos de dragones, gárgolas y serpientes en la escena. Ella, por supuesto, viste de verde y está ilustrada entre lirios. El rubí tiene una pose provocativa, tocando juguetonamente su collar de piedras rojas. Esta figura está rodeada de flores de nochebuena. El topacio nos muestra expresión soñadora, vistiendo una larga túnica dorada y está rodeada por una planta con flores llamada Lunaria annua.
La Luna y Las Estrellas, 1902
La Luna y las estrellas fue la última serie de carteles decorativos de Mucha. Tres estrellas diferentes y la Luna están representadas como figuras femeninas. Las figuras de La estrella vespertina, La estrella polar y La estrella de la mañana flotan en el espacio e irradian luz estelar. La figura de La Luna se tapa la boca con la mano como si expresara sorpresa. La Luna aparece como un halo, enmarcando y resaltando su rostro.