Marco Aquiahuatl

El discurso de odio en Mexquitic de Carmona

  • Incitan a un divisionismo dañino entre la gente de las comunidades

Una buena parte de la camorra politiquera que se opone a que siga gobernando Antorcha en Mexquitic incita a un divisionismo dañino entre la gente de las comunidades; con discursos cargados de ofensas sobre el aspecto físico de sus adversarios y, últimamente, con la más cavernícolas de las misoginias, invitan a sus seguidores a amenazar, agredir, insultar y “correr” a golpes a quienes no concuerden con sus preferencias electorales. Llegando al absurdo de clasificar tajantemente a los mexquitenses como buenos o malos solo por sus simpatías políticas. Al más puro estilo de un racista decimonónico que considera enemigo a alguien solo por su nacionalidad. Lo grave es que no miden las consecuencias de su insana campaña mediática; no consideran que atacar mediante calumnias al antorchismo y a sus adversarios políticos es ofender directamente a su propio pueblo con sobrenombres ofensivos de vendidos o ignorantes (como lamentablemente lo hizo público la candidata a diputada local, Alicia Rodriguez, desde el inicio de su campaña) y, con ello, estar a un paso de la violencia, de la agresión física. En pocas palabras, incitar a que las cosas se resuelvan con golpes y no con razones.

En este contexto, se explica que la candidata del Partido Acción Nacional, Sofía-Escobar haya denunciado una guerra sucia en su contra; presentó pruebas de ataques arteros a su publicidad y a sus propiedades; al tiempo que se hizo conocido que usuarios de las redes sociales, presuntamente, simpatizantes del partido Movimiento Ciudadano, descalificaban su aspiración política por el simple hecho de ser mujer. El partido aludido comunicó oficialmente que esa postura no era la suya e invitó a una competencia sana y de propuestas. Pero sus discursos dicen otra cosa. Existen pruebas videograbadas de que en sus mítines políticos vociferan el eslogan: “¡fuera Antorcha!” Ninguna frase inocente. Debemos recordar a estos desinformados que nuestro movimiento político no es, de ningún modo, un membrete, por el contrario somos una organización, aunque no lo quieran, compuesta de gente de carne y hueso; es decir, al incitar a la expulsión de los antorchistas se están refiriendo, nada más y nada menos, que a sus propios vecinos, a los que dicen querer y defender. Advertimos el peligro que representa que personas así tengan esas ideas retrógradas y las pongan en práctica desde el poder. Así pasó en Italia, con el partido de Benito Mussolini, en el siglo pasado, en el periodo entre guerras; se persiguió y asesinó a los extranjeros, a los socialistas, anarquistas y comunistas, en nombre de la patria; ¿el resultado? masacres, persecuciones, exilios… en pocas palabras: dolor y muerte.

La época electoral pasará, pero las secuelas de dividir al pueblo, no. Debemos ser plenamente conscientes de que los grandes problemas que afectan a nuestro país, y desde luego, a nuestro municipio, nos afectan a todos, más allá de nuestras preferencias políticas. Y, en este sentido, generar soluciones es responsabilidad de todos; la unidad de nuestras comunidades debe prevalecer como una garantía de paz y, sobre todo, de desarrollo.

Por otro lado, los electores deben distinguir qué propuestas políticas están diseñadas únicamente para empoderar a personajes que han hecho de la administración pública su modo de enriquecerse personalmente, a costa de las necesidades de la gente; porque entonces, su apasionamiento político, beneficiaria al bolsillo de aquellos y no al progreso del municipio; dicho en otras palabras: tendremos a un Mexquitic dividido por la culpa de la insana ambición de unos cuantos políticos. Por nuestra parte, reiteramos que nuestro proyecto es incluyente y que más allá del fragor político debe estar el progreso de Mexquitic. Por el bienestar de todos: ¡no al discurso de odio! ¡ y sí al debate de ideas y propuestas!