Oímos hablar a diario sobre muchos boxeadores; a menudo estos suelen ser campeones mundiales o grandes prospectos. Todos con un récord llamativo, 23-0, 30-0, incluso más todavía.
Y claro, cualquiera que esté iniciándose en esto del box pensara “¿quién es este figura que tiene semejante récord?”
Y es lógico y normal que lo piensen. No obstante son muchas victorias seguidas, pero claro, ¿contra quién ?
Y ese es el nivel de oposición señores. No es lo mismo haber peleado con Mayweather, Cotto, Mosley o Gennady Golovkin, que es el caso de “Canelo” Álvarez, que haber cruzado los guantes contra 30 semi desconocidos, que es el caso de Munguía, por ponerles un ejemplo de tantos.
Es sustancialmente diferente y no se puede tratar con el mismo rasero a un campeón como Tyson Fury que a otros boxeadores como los hermanos Charlo o el mismo Demetrius Andrade.
Con ello no quiero decir que uno sea mejor o peor que el otro. Lo que digo es que cada uno ha enfrentado a un nivel de oposición diferente y eso marca la historia o recorrido de cada boxeador.
Las grandes citas con cruciales y no es lo mismo pelear con Murata que hacerlo con triple G.
La historia de este deporte se rige por los grandes combates y no con récords inflados a base de pasar por encima a mediocres.
Pues en eso estamos, en las grandes batallas, lo demás solo es para pasar el rato.
