- Incluir ejercicio en la rutina diaria, cada vez es más determinante para el bienestar del organismo.
Daños del sedentarismo para la salud
De acuerdo con diversos estudios, el sedentarismo tiene consecuencias similares a las de fumar. Por lo menos se necesitan dos horas y media de movimientos intensos por semana como para no correr serios riesgos desde la salud individual.
La profesora de la Universidad de Harvard I-Min Lee, quien en 2012 lideró una investigación al respecto para la revista británica The Lancet, dijo que estar inactivo aumenta tus riesgos de desarrollar muchas enfermedades crónicas como las coronarias, los ataques cerebrales, la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Dado que es un factor de riesgo tan común en muchas de las enfermedades crónicas que sufrimos, en reglas generales, si eres físicamente inactivo tu riesgo de mortalidad prematura es probablemente comparable con la de fumar.
Estudios del sedentarismo
Por su parte, el cardiólogo estadounidense Wael Jaber remarcó que no estar en forma al correr en una cinta o en una prueba de esfuerzo tiene un peor pronóstico, en cuanto a la mortalidad, que ser hipertenso, diabético o ser un fumador.
Luego de haber analizado las estadísticas de un grupo de 122.007 pacientes que se habían sometido a una prueba de esfuerzo en la clínica de Ohio entre 1991 y 2014, concluyeron que aquellos que estaban mejor físicamente habían tenido una vida mejor y más larga.
Por otro lado, algunos investigadores en Suecia llegaron a una visión similar en otro trabajo publicado en 2016 en la revista European Journal of Preventive Cardiology (Revista europea de cardiología preventiva). Allí, el autor principal Per Ladenvall resaltó que la baja capacidad física representa un mayor riesgo de muerte que la presión arterial alta o el colesterol alto.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), alrededor del 60% de la población general (unas 3600 millones de personas) no realiza la actividad física suficiente y esta cifra asciende a un alarmante 81% entre los adolescentes. Es decir, en esa franja etaria ocurre en el triple de los casos que en los adultos, que se ven afectados en este sentido en un 27% aproximadamente.