Investigador

Covid-19, presagio de un colapso mayor; “las poblaciones se regulan”; investigador

El Covid-19 podría ser el anuncio del principio de fenómenos mucho más graves de salud y sobrevivencia relacionados, en su mayoría, al estrés ambiental que se vive en el planeta.

Así lo establece el doctor en ciencias Gerardo Ceballos, investigador titular del Instituto de Ecología de la UNAM y uno de los científicos más connotados del mundo por sus publicaciones en 2015 sobre la sexta extinción masiva de la vida en el planeta, las cuales han sido primera plana en el New York TimesEl PaísLe Figaro y Le Monde, entre otros diarios.

En entrevista exclusiva con un Diario de circulación nacional Ceballos señala con firmeza:

“Las poblaciones se regulan, los humanos no podemos escapar a ese hecho científico. El covid-19 es una enfermedad emergente y nos tiene de rodillas, es un síntoma más de un colapso y el principio de graves problemas si no ponemos atención. Porque no hay que olvidar que, además están los virus del Sida, Lassa, Hanta, Ébola y SARS, todos de reciente aparición. También hay nuevas infecciones por bacterias.

“Aunque no lo parezca, covid-19 es mucho menos letal que las enfermedades por piquete de mosco, generadoras de fiebres hemorrágicas y que son prácticamente incurables, como el Ébola.”

No obstante, el científico apunta que es crucial comprender lo que significaría que el virus lograra “saltar” a niños y jóvenes, porque si se transfiriera a esas poblaciones se hablaría entonces de la capacidad de exterminar a la especie de mamíferos más fuerte e importante del mundo.

“Sería tonto pensar que lo que sucede no está relacionado con el cambio climático, la destrucción de miles de hábitats de millones de organismos y la proliferación del tráfico de especies.

China y sus mercados

Ceballos explicó que “en este momento, en China, donde el poder adquisitivo ha aumentado, si pagas 5 mil dólares te ponen un pangolín vivo en tu mesa y posteriormente te lo preparan como tú quieras. Los datos arrojados por diversos estudios señalan que alrededor de 100 millones de animales son traficados en el mundo y, entre más raro el espécimen, más caro.

“En China, el problema lo precipitó Mao cuando impuso a la población abandonar la medicina occidental para recuperar la medicina tradicional y, con ello, los animales exóticos se volvieron ‘poseedores’ de poderes curativos inimaginables.

“Se dio desde entonces la proliferación de los llamados ‘mercados húmedos’, sitios donde en el piso y paredes hay sangre, agua, fluidos, restos orgánicos y basura. También hay animales de todo tipo, hacinados en jaulas, enfermos y en las peores circunstancias de salubridad. Ahí mismo, los empleados comen y pasan largas horas.

“No es nada extraño que un virus salte de un animal silvestre a uno doméstico y viceversa, y de ahí a los humanos.

“En el caso de los rinocerontes sería más sencillo que se regalara viagra a aquellos que todavía creen que su cuerno tiene la facultad de hacer a los hombres más poderosos sexualmente. Semejante idea ha provocado que los traficantes ilegales, una vez que los matan o mutilan de forma terrible, unten sus cuernos con viagra y los vendan como lo que los clientes buscan.

Para él, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) ha sido rebasada y sin dudarlo, considera que sería imperativo crear algo para impedir el tráfico de fauna semejante al Acuerdo de París, fundado para luchar contra del cambio climático.

Puso como ejemplo lo sucedido en Estado Unidos.

“Al eliminar los hábitats naturales de las grandes poblaciones de lobos y pumas y no regular la caza de estos animales, las poblaciones de venados se incrementaron y también las garrapatas y con ellas la enfermedad de Lyme, que ya está hasta en centros urbanos, como en Nueva York.

“En México, por fortuna, tenemos a los tlacuaches que se las comen, pero si los eliminan por la ignorancia de pensar que son una suerte de ratas enormes o animales malignos, estaríamos perdidos”.

Por ello, apunta, “hay que parar el tráfico de especies, no seguir destruyendo el medio ambiente de miles de organismos y revertir el cambio climático. Es fundamental evitar la extinción de especies y poblaciones, porque una extinción local, tiene el impacto ambiental como si se tratara de una regional.

“Hay que estar atentos con las problemáticas ambientales, el estrés en el que se encuentra la naturaleza es enorme. Cada vez nos vamos acercando más a las zonas remotas: Minería, tala, caminos entrando al Amazonas, entre otros factores, están acabando con la vida en el planeta. Debe haber un aumento en la difusión de la problemática de la extinción”.

Concluye:

“Tenemos que cambiar los patrones de la vida de los humanos, el Covid-19 es un aviso para hacernos responsables de modificar nuestras estrategias de subsistencia. Es tan sólo cambiar el paradigma de lo que implica el desarrollo”.