Por: El Diablo Cojuelo
GUERRA: La política es, sin duda, una especie de guerra, en donde los participantes buscan obtener el triunfo atendiendo esa vieja máxima que reza “En la guerra y en el amor todo se vale”. El contexto electoral que se vive actualmente en San Luis Potosí ha dado varias muestras de lo que son capaces de hacer los “guerreros” para ganar. Los nueve candidatos que van en busca de la gubernatura han mostrado ya sus armas y batallones, aunque a estas alturas todavía están diseñando las estrategias y ataques sorpresas que pudieran tomar por sorpresa al enemigo y derrotarlo intempestivamente.
ACUSACIONES: A falta de proyectos concretos que pudieran convertirse en las mejores armas para enfrentar a sus adversarios, los políticos prefieren caer en acusaciones y pleitos estériles. La guerra sucia, el vandalismo y las acusaciones mediáticas que se han hecho Ricardo Gallardo, Mónica Rangel y Octavio Pedroza son ejemplos irrefutables de la manera pueril en que se está desarrollando este proceso porque, sí, podría haber estrategias más efectivas, pero lejos de enfrentar al enemigo, prefieren darle la vuelta y esperar a que solo se destruya.
ENGAÑOS: Entre dimes y diretes, han sido muchas las ocasiones en que han funcionado las tácticas de acusas o litigar en los medios de comunicación y en las redes sociales. A veces, el objetivo en la guerra política no es derrotar al enemigo en las pequeñas batallas, sino engañar a sus aliados y traerlos al equipo propio. Los aliados son los ciudadanos y los engaños pueden ser los señalamientos que se están difundiendo sobre los mismos candidatos, algunos sobre crímenes severos de los que, si hubiera pruebas, ya estarían denunciados y con procesos bien sustentados.
AUTORIDADES: A diferencia de la guerra convencional, en el tema político hay ciertas autoridades, ciertos árbitros que a veces intervienen para atender las denuncias que pesan sobre ciertos participantes. Lamentablemente, en el caso concreto de San Luis Potosí, esas autoridades se quedaron dormidas o no muestran la imparcialidad que se requiere. Las instancias de justicia no han resuelto, ni para bien ni para mal, las denuncias que existen o, como muchos dicen, al final se ponen al servicio de ciertos grupos. Así ni cómo confiar en ellos.
VÍCTIMAS Y VICTIMARIOS: Históricamente, los potosinos han sido las víctimas de la mala política y de los malos políticos que se han convertido en victimarios luego de ganarse la confianza de la gente. Ahora, en un nuevo intento por ganarse la confianza del pueblo, los candidatos prometen ser diferentes y no traicionar a la gente, sino, por el contrario, abanderar sus causas y luchar mano a mano, hombro con hombro. Los potosinos esperan, en esta ocasión, tomar una buena decisión y no verse perjudicados como resultado de una mala elección.
TRAICIONES: Se podrá o no juzgar el cambio de bando. Muchos lo ven como una estrategia efectiva para cumplir objetivos particulares porque, sí, dentro de la guerra en general también hay oportunidad de buscar beneficios particulares. Sonia Mendoza abandonó al PAN para irse la Verde y consiguió una diputación federal. Mónica Rangel dejó el PRI y se fue a Morena para convertirse en candidata a gobernadora. Xavier Nava buscó en varias trincheras la protección que le dio Morena. Leonel Serrato dejó Morena y apoyó al Verde que le dio la oportunidad de pelear el mismo cargo de hace tres años. Algunos lo ven como traición, otros como una buena estrategia.
EL FIN: La guerra que vive San Luis Potosí no llegará el próximo 6 de junio. Ese día se anunciará al ganador de la batalla 2021, luego, los vencidos tendrán que replegarse, evaluar los daños y buscar nuevas estrategias para volver a la contienda. Así ha sido una y otra vez, sin importar quién gane en las elecciones, luego buscarán nuevas formas de criticar, de denostar, de agredir y de atacar buscando atraer nuevos aliados en vísperas de la nueva batalla. Los potosinos decidirán entonces si vuelven a sumarse o pierden toda la confianza en los líderes que los llevaron al triunfo o a la perdición.
OFENSIVO: Por increíble que parezca, el Instituto Nacional Electoral le dio una segunda oportunidad a Pedro César Carrizales Becerra, El Mijis. Luego de que el polémico diputado fuera exhibido tras entregar documentos falsos para conseguir el registro como candidato a diputado federal, ahora resulta que pudo entregar un nuevo documento y seguir como si nada hubiera pasado. El antecedente es claro; El Mijis incurrió en un delito que debería costarle la candidatura, el permitirle avanzar sólo da el mensaje de que se pueden pasar la ley por el arco del triunfo y no habrá quién lo sancione.
CRIMEN POLÍTICO: Sorpresivo fue el mensaje que envió la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de la República, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, al reconocer que el asesinato del expresidente de la Coparmex, Julio César Galindo Pérez, fue por cuestiones políticas ya que el ahora occiso tenía aspiraciones para contender por un cargo de elección popular. El dato da un giro al hecho pues despeja muchos rumores, pero también agrava la crisis de violencia e inseguridad que se vive en San Luis Potosí, ahora en el contexto electoral.