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Arrepentimiento sexual: qué lamentan hombres y mujeres de las “aventuras”

Muchas personas piensan que arrepentirse de algo tiene su lado positivo porque ayuda a no repetir el error. Pero eso no ocurre siempre y menos si se trata de sexo casual, según concluyó una reciente investigación que, además, halló diferencias entre los motivos de arrepentimiento de hombres y mujeres.
«La mayoría de las personas continúan con el mismo comportamiento sexual y el mismo nivel de arrepentimiento», afirma el profesor Leif Edward Ottesen Kennair, del Departamento de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), que llevó adelante el trabajo.
El equipo dirigido por Kennair se concentró en estudiar si el arrepentimiento sexual es funcional. Es decir, si contribuye a cambiar algo en el comportamiento ante una situación similar en el futuro, o si simplemente se actúa de la misma manera y se vuelve a caer en el lamento y el arrepentimiento.
Los participantes del estudio respondieron un cuestionario sobre el arrepentimiento sexual dos veces, en intervalos de aproximadamente 4,5 meses, lo que permitió estudiar si hubo cambios o no. De qué se arrepienten ellos y ellas
Los investigadores observaron que tanto hombres como mujeres en ocasiones lamentan lo que hicieron la última vez que surgió la oportunidad de tener sexo casual. Pero con frecuencia se arrepienten de cosas completamente diferentes.
Ellas suelen sentirse más que los hombres por haber tenido relaciones sexuales ocasionales. Mientras que ellos se arrepienten de no aprovechar una oportunidad de sexo casual mucho más que las mujeres.
«Queríamos examinar si su nivel de arrepentimiento contribuyó a un cambio de comportamiento la próxima vez», explica el profesor Mons Bendixen, otro de los autores del trabajo, sobre los objetivos de la investigación. ¿Es útil arrepentirse?
Kennair sostiene que hay emociones que se revelan funcionales, como el miedo que protege contra el peligro, por ejemplo.
Asimismo, muchos psicólogos asumen que el arrepentimiento tiene una función. ¿Cuál? La de influir en nuestro comportamiento para que lo modifiquemos.
¿Cómo funcionaría? En la práctica, tras experimentar emociones negativas, cambiaríamos nuestro conducta para reducir el riesgo de tener esos sentimientos negativos más adelante.

Estudios anteriores concluyeron que eso es algo en lo que cree la mayoría de las personas.

«Asumen que el arrepentimiento es en realidad un sentimiento negativo útil. La gente asume que los conduce a no repetir lo que lamentaron», plantea el becario postdoctoral Trond Viggo Grøntvedt, que participó de la investigación.

Pero, si el arrepentimiento funcionara de esa manera, ¿no tendrían los hombres más sexo casual la próxima vez que se les presente la oportunidad? ¿y las mujeres no evitarían con mayor frecuencia esas situaciones?

No, eso no ocurre. Los hallazgos del estudio muestran que no aprendemos de lo que percibimos como un error.