En política ya no hay ideales

  • Durante el actual proceso electoral está quedando demostrado que se ha dado un cambio en cuanto a los diferentes partidos políticos.

Los partidos políticos tienen su origen en el siglo XIX con la integración de los partidos Conservador, Liberal, yorkino popular, yorkino federal, partido liberal radical, partido constitucionalista mexicano, pero hay discusión acerca de que el primer partido se llamó partido del águila negra fundado por Guadalupe Victoria a quien apodaban El Águila o El Águila Negra.Estos partidos tenían principios e ideales muy bien definidos, más tarde al concluir la revolución mexicana surgieron partidos como el comunista de México y más tarde el partido nacional Revolucionario después PRI, el partido de acción nacional, el partido demócrata mexicano, la Unión Nacional Sinarquista que de hecho era un partido pero todos absolutamente con principios e ideales perfectamente definidos.
Años después se crean partidos como el Popular Socialista o el partido Obrero Socialista y resurge el partido Comunista como Marxista-Leninista.
El análisis político y antropológico que vendría bien nos lleva a la conclusión de que cada uno tenía ideales. En las décadas recientes, a partir de que el estado se ha hecho cargo de la manutención económica de los partidos políticos, han surgido como hongos en la humedad partidos políticos de cualquier perfil.
Por su parte las autoridades electorales hasta cierto punto han flexibilizado los requisitos para dar el registro de un partido político nacional que para un partido político estatal.
Así con esta apertura y entrega de prerrogativas económicas surgen partidos de una sola elección que no alcanzan el mínimo de votos para seguir subsistiendo. De esta manera encontramos el partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), surge también el partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el PSUM y algunos otros igual de efímeros.
Años más tarde le dan el registro al partido Verde Ecologista de México y tal vez ese es el punto de quiebre en donde los partidos perdieron todo su significante ideológico para convertirse en auténticas fuentes de recurso económico.
Pero el desbordamiento de esta conducta política irregular la estamos viviendo desde hace algunas elecciones debido a que los partidos con nuevos registros, los que jocosamente se les llama “partidos morralla” cínicamente los de izquierda buscaron el abrigo de los partidos de la derecha como el caso del PRD que buscó al PAN en Guerrero y en Oaxaca, o el efímero partido Social Demócrata que en un mismo estado se afiliaba para candidaturas municipales con partidos de izquierda, o de derecha, o del centro.
Pero nos encontramos que para el actual proceso electoral, se han perdido los principios ideológicos y los directivos de los partidos políticos lo que hoy les importa son personajes que puedan tener algún arraigo de algún tipo con la ciudadanía.
En otros casos se vuelven interesantes los personajes que siendo precandidatos no obtuvieron la nominación para cualquier candidatura y en un afán de rencor y revancha aceptan ser postulados por cualquier otro partido con la única finalidad de derrocar en las urnas a quien les evitó ser candidatos como claramente se entenderá en esta forma de hacer política no se respetan ni se buscan determinados ideales, sino personajes que les den votos y el partido no pierda su registro y puede seguir obteniendo las prerrogativas que le entrega mensualmente el estado.