La importancia de una buena alimentación

La buena alimentación es uno de los hábitos más importantes para tener buena salud -tanto a nivel físico como mental- y tener una buena calidad de vida.

Por esto mismo se hace tanto hincapié en la importancia de adoptarla y mantenerla junto a otros hábitos de vida saludables, como la práctica regular de ejercicio, una buena rutina de descanso, etc.
En el glosario de la FAO (Food and Agricultural Organization) se define la alimentación como “el proceso consciente y voluntario que consiste en el acto de ingerir alimentos para satisfacer la necesidad de comer”. La alimentación sana, en cambio, es definida por esta misma fuente como aquella que aporta todos los nutrientes esenciales que el organismo necesita para funcionar correctamente.
Visto así, no es lo mismo alimentarse que alimentarse saludablemente. Lo segundo refiere a lo que normalmente entendemos como dieta equilibrada, mientras que lo primero viene a ser una definición más amplia, que no necesariamente tiene que incluir exclusivamente alimentos saludables.
Aunque haya alimentos y comestibles de todo tipo, es fundamental mantenerse en el marco de una dieta equilibrada. De no ser así, se pueden producir deficiencias nutricionales y otros problemas de salud.
Ahora, ¿cómo llevar una buena alimentación? ¿Cuáles son sus beneficios? Hoy quiero dedicar este artículo a los aspectos más relevantes de una dieta equilibrada y saludable.
¿Qué es una buena alimentación?
Como comenté arriba, una buena alimentación es aquella que le proporciona a tu organismo todos los nutrientes que necesitas para trabajar de manera adecuada a lo largo del día.
• No debes excluir ningún grupo nutricional, debes comer de manera variada y te tienes que adaptar a los requerimientos del cuerpo según la edad, el peso y el estado de salud.
• Para garantizar platos completos y controlados en calorías, no es aconsejable improvisar los menús. Lo idóneo es planear cada plato con anticipación, para no reemplazarlos con alimentos perjudiciales.
¿Cuáles son los beneficios de adoptar una buena alimentación?
A través de la alimentación se obtienen decenas de nutrientes que participan en todas las funciones del cuerpo. Cuando los requerimientos no se cumplen, los órganos empiezan a tener dificultades y se producen enfermedades.
Adoptar una alimentación equilibrada, completa y reducida en calorías tiene múltiples beneficios, tanto físicos y mentales, que a veces se pasan por alto. Por ejemplo:
• Mejora el estado de ánimo y la circulación sanguínea.
• Combate el cansancio y la fatiga crónica.
• Retrasa el proceso de envejecimiento.
• Ayuda a fortalecer el sistema inmunitario.
• Reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
• Previene y combate las enfermedades cardiovasculares.
• Estimula el sistema nervioso y mejora la salud cognitiva.
• Mejora la salud metabólica y previene el sobrepeso y obesidad.
Consejos básicos para una buena alimentación:
La Organización Mundial de la Salud señala que una buena alimen tación no es aquella que excluye grupos de alimentos con el fin de reducir el número de calorías. Aunque lo ideal es moderarlas, es primordial garantizar la absorción adecuada de todos los nutrientes esenciales. Por lo tanto, las recomendaciones generales para comer bien son las siguientes:
1. Alimentos bajos en grasa
• Optar por las fuentes de ácidos grasos saludables, por ejemplo, el aguacate, el aceite de oliva o el pescado.
• Evitar grasas saturadas como los aceites hidrogenados, las frituras y la mantequilla.
2. Carbohidratos y almidones moderados
Siempre y cuando no sean refinados, está bien comer pequeñas porciones de pasta, papas o pan.
3. Alto contenido de fibra
• Los cereales integrales, las legumbres y los vegetales son algunas de las principales fuentes de fibra dietética.
4. Vitaminas, minerales y antioxidantes
• Para obtener dosis adecuadas de vitaminas y minerales, se deben consumir de 5 a 6 porciones de frutas y vegetales al día (dependerá del tamaño y tipo de la fruta). En líneas generales, frutas y verduras deben ocupar la mitad de la comida.
5. Azúcar limitado
• El azúcar blanco, los dulces de panadería, las golosinas y todas las fuentes de azúcar deben limitarse al máximo.
• Esta sustancia es uno de los principales enemigos de la salud metabólica y el peso, tal y como revelan varios estudios al respecto.
6. Poca sal
La sal está presente en decenas de alimentos de consumo diario. Además de limitarla de las comidas regulares, conviene revisar las etiquetas de los empaquetados para no caer en excesos.
Proteínas de alta calidad
• Las carnes magras, legumbres y lácteos son algunas fuentes de proteínas de alta calidad.
7. Comer despacio
Masticar bien los alimentos y consumirlos en un lugar tranquilo también es clave en la dieta. Hay que dedicar el tiempo necesario a la comida.
8. Dividir las porciones
• En lugar de comer tres porciones abundantes, lo ideal es dividir los platos en cinco o seis comidas al día.
• Esto evita los “picoteos” continuos y, a su vez, mejora la actividad del metabolismo.
Cambiar los hábitos alimentarios es una de las mejores formas de promover la salud del organismo. ¿Sigues comiendo mal? No es muy difícil mejorar si sigues estos consejos.