Por: El Diablo Cojuelo
CUENTAS PÚBLICAS: Concluyó el periodo para que los más de 110 entes auditables que tiene San Luis Potosí entregaran sus reportes de Cuentas Públicas correspondientes al ejercicio fiscal 2020 ante la Auditoría Superior del Estado a fin de que se inicie con el proceso de escrutinio que certifique el uso correcto de los recursos públicos y el buen manejo del erario. En esta ocasión, por tratarse de un año electoral, la revisión de estos documentos cobra especial relevancia dados los alcances que puede tener y las repercusiones que podrían desprenderse para ciertos perfiles que buscan nuevos cargos o reelecciones en la vida pública.
PROCESO: En ocasiones anteriores, cuando la revisión de las cuentas públicas coincide con el periodo electoral, las autoridades correspondientes piden una especie de prórroga para retrasar la revisión o realizar el proceso con mayor sigilo. La intención es que se eviten malas interpretaciones, que el tema avance de la mejor manera posible y, sobre todo, que se eviten presiones externas que pudieran enturbiar la revisión. Este año no se tiene prevista ninguna prórroga por lo que se espera que la ASE se ponga a trabajar en forma inmediata y arroje los resultados correspondientes.
ADEUDOS: La entrega de las Cuentas Públicas al ente auditor destapó de inmediato una serie de temas que parecían estar bien guardados. Uno de ellos es el enorme adeudo que tiene el Gobierno del Estado por más de mil millones de pesos en créditos de corto plazo, recursos que supuestamente se utilizado para enfrentar la pandemia de covid-19 y algunos gastos extraordinarios que podrían estar relacionados con la contingencia. El Ejecutivo Estatal ha asegurado que este tema se resolverá antes de junio. Habrá que ver si es cierto.
TINTES POLÍTICOS: Aunque la Auditoría Superior del Estado insiste en que se conducirá con toda la objetividad del mundo y que no aceptará ningún tipo de presión al momento de revisar las cuentas públicas, lo cierto es que los antecedentes no son nada buenos. Basta con recordar aquel escándalo de la famosa Ecuación Corrupta, en el que supuestamente se blanqueban o alteraban cuentas con tintes políticos para favorecer o perjudicar a determinados perfiles. El contexto electoral viene a acentuar la desconfianza ya sea para dejar fuera a adversarios políticos o para hacer que algunos delincuentes aparezcan como verdaderos santos.
SANCIONES: Históricamente, han sido pocas las ocasiones en que se ha sabido de sanciones concretas y ejemplares contra funcionarios que han hecho mal manejo de los recursos públicos. Ya sea porque los procesos son lentos o porque la ASE no ha presentado las denuncias ni realizado el seguimiento correspondiente. Son mínimos los casos en los que se ha podido confirmar que las autoridades han hecho buen trabajo; que la ASE ha detectado las anomalías, que ha armado buenos expedientes, que ha presentado la denuncia y que las autoridades de justicia han realizado las investigaciones necesarias para sancionar estas irregularidades en perjuicio de los potosinos.
ACÉFALA: La desconfianza de que se llegue a sancionar a quienes se enriquecen con el erario pública no nació sola. Como dicen, la burra no era arisca. El hecho de que la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción se encuentre acéfala desde hace más de un año es una muestra de la negligencia y el poco interés que pueden tener las autoridades para investigar, sancionar y proceder contra aquellos que violentan la ley. A la fecha, no se sabe cuándo ni quién podría asumir la titularidad de esta institución.
OLVIDO E INDULGENCIA: Será porque son pocos los casos que, al final, la gente no los recuerda o no le interesa el tema, pero en el tema de sanciones a funcionarios que han hecho mal uso de los recursos públicos se ha dado mucho el fenómeno de olvido e indulgencia en que se detectan irregularidades, se comprueba la responsabilidad y se sanciona, pero al poco tiempo vuelve el perfil a buscar el voto de los ciudadanos y lo consigue para mantenerse otro periodo viviendo del erario público. El caso de un alcalde huasteco ha sido el más claro en este rubro.
ESTRATEGIAS: Ante el panorama que se vive y la demanda ciudadana para que sean perfiles honestos quienes queden al frente de las instituciones y que se sancione a quien resulte responsable, la Auditoría Superior del Estado y las autoridades de justicia tendrán que implementar las estrategias necesarias para revisar con total objetividad y apego a la ley las cuentas públicas, asimismo, se tendrá que proceder en forma inmediata contra aquel que tenga irregularidades, sin tintes políticos, sin tendencias y con la imparcialidad que se requiere para este tipo de acciones.
CONFIANZA: Las instituciones públicas enfrentan desde hace varios años una severa crisis por la pérdida de confianza y credibilidad. Los escándalos en que se han visto envueltas, como sucedió con la ASE, es sólo una de las tantas cosas que se deben evitar, los mecanismos de revisión deben perfeccionarse y se deben implementar mecanismos que garanticen una revisión objetiva porque, a estas alturas, el dicho de los titulares ya no basta para creer que tal o cual proceso se llevará a cabo de buena manera. Recuperar la confianza de la gente no será sencillo, pero se tiene que empezar de manera inmediata.