- Para este año el panorama no es muy alentador, al menos para marzo y abril, advierte Conagua
El director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Joel Félix Díaz, reconoció que existe un panorama poco halagador para la Huasteca potosina en materia de precipitaciones para los próximos dos meses. Además, de que desde 2018 la Huasteca potosina arrastra un problema de sequía, y para este año el panorama no es muy alentador, al menos para marzo y abril.
Explicó que en el caso de la cuenca del río Valles, el nivel promedio de precipitaciones es de mil 254 milímetros, sin embargo en 2018 fue de apenas 918 milímetros, en 2019 cayó a 492 milímetros, y en 2020 se recuperó para llegar a mil 229 milímetros, aunque sigue por debajo de la media anual.
En lo que corresponde al río Gallinas, dijo que la media anual de precipitaciones es de mil 667 milímetros, pero en 2019 fue de 833 milímetros; tanto en el río Valles como en el río Gallinas, el 2019 fue el más bajo en precipitaciones de los últimos 62 años. Esto ha derivado en un bajo nivel de los ríos, por lo que a pesar de que se tiene pronóstico de lluvias con el frente frío número 38 este fin de semana, no será suficiente para recuperar el caudal.
Además adelantó que de acuerdo al pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), durante marzo se tendrán precipitaciones por debajo de la media histórica, mientras que abril se mantendrá en la media histórica, sin embargo destacó que ese suele ser el mes más seco del año, por lo que el panorama «no es muy halagador».
Expuso que de acuerdo al Monitor de Sequía del SMN, los municipios de Xilitla y Tamazunchale presentan sequía severa debido a las escasas precipitaciones, pero no descartó que en el próximo reporte sean más los municipios de la Huasteca los que enfrenten dicha condición.
Consideró que si bien, no se puede predecir si los ríos van a secarse en la temporada de estiaje, en caso de seguir la tendencia a la baja se puede proceder a suspender por completo el suministro para los agricultores y parajes, ya que la prioridad es asegurar el uso público doméstico del agua.