Un tanto de Berenguer en el minuto 112 de juego metió al Athletic de Bilbao en la Final de la Copa del Rey tras un encuentro muy competido contra el Levante.
De entrada, el encuentro se ajustó al guion previsto, pues el Athletic, que necesitaba ganar o empatar a dos o más goles, llevó la iniciativa en el juego y consiguió que se jugara cerca de la portería levantinista, mientras que el equipo local, fiel a su filosofía, trataba de encontrar espacios al contragolpe. En la segunda aproximación del Levante, una buena jugada de Morales y Rochina acabó con un remate de Roger que puso el 1-0 en el marcador.
El tanto no varió la dinámica del partido y el Athletic siguió con sus aproximaciones a la meta del Levante. En una de ellas Muniain pudo empatar en un remate de cabeza y en la siguiente, un penalti de Duarte sobre Raúl García propició el empate tras un potente lanzamiento de este jugador, que puso las tablas en la eliminatoria. El primer periodo concluyó con un susto para el Athletic, ya que un rechace de Yerai hacia su portería se estrelló en el palo de la portería de Unai Simón, que no habría podido evitar el gol.
En el tramo final del partido fue más incisivo el conjunto vasco ante un Levante replegado y al que le costaba mucho aproximarse a la meta de Unai Simón, pero cuando se vislumbraba la prórroga nadie quería correr más riesgos que los imprescindibles, por lo que el encuentro llegó a los treinta minutos de prolongación.
