QUIJOTE

El fantasma del abstencionismo en 2021

Mucho tendrán que trabajar las autoridades electorales tanto estatales como federales para el próximo proceso electoral de 2021 tanto federales como estatales y municipales, porque dada la experiencia de las pasadas elecciones, siendo pesimistas se diría que fue un fracaso, debido a la baja votación obtenida ya que en los lugares que más se votó no rebasó el 60% del listado nominal y en algunas otras partes llegó apenas al 40%.
En este momento analistas serios están buscando las causas de esta apatía ciudadana y fácilmente están encontrando que a la población ya no le interesa quienes ocupan los cargos públicos debido a que no son auténticamente representantes de la comunidad, de la población a la que le piden el voto sino son representantes de los líderes de los diferentes partidos políticos así como de los dueños de grandes capitales que desean tener el control de los municipios y de los congresos locales para beneficios de sus empresas.
Y también la población se abstuvo de votar debido a los grandes escándalos de sobresalientes personajes políticos pero seguramente lo más insultante es que se sigue dando a conocer las enormes cantidades de dinero que se asignan a los partidos políticos y por otra parte la manera no solo deshonesta, sino hasta cínica con la que gobernadores y presidentes municipales se llevan ostentosamente el dinero del pueblo.
A esto se añade la falta de transparencia en la asignación de la obra pública en donde evidentemente se sospecha que las autoridades municipales o estatales tienen las manos metidas en el negocio de la construcción como sucede en el municipio de San Luis Potosí.
Todo esto aunado a injusticias como es la dilatación de los procesos administrativos y hasta penales a funcionarios que cometieron muy graves faltas como es el caso de los diputados locales que fueron denunciados de corrupción y extorsión siguiendo los miembros de la Comisión de vigilancia del Congreso del Estado; parece a propósito un retardo exagerado para revisar todas las fallas existentes “para ver si existe responsabilidad penal y entonces proceder”.
Todo esto formado un ambiente de inconformidad que es muy probable se vea reflejado en las urnas electorales en las próximas elecciones de 2021.
Estas actitudes son un desanimo en la población votante. Los jóvenes que se van incorporando a la población con capacidad de votar ya tienen el concepto de que los funcionarios solo llegan a ese puesto para enriquecerse ellos sus parientes y amigos.
Y si existe un padrón electoral amplio en el INE es por la exigencia de bancos e instituciones que equivocadamente piden la credencial de elector como identificación y no porque la ciudadanía, sobre todo los jóvenes tengan una vocación política.
La alternativa de las candidaturas ciudadanas se plantea en este momento en toda la república como una alternativa emergente para rescatar los procesos electorales del país, ya que durante las elecciones del año pasado las alianzas propiciaron una gran confusión por ejemplo debido a que en algunas partes el PAN y el PRD eran contrincantes y en otras eran aliados.
No es una tarea fácil aplicar la L.E.E., ya que los diputados del congreso del estado trataron de defender no el derecho de la ciudadanía a emitir un voto razonado y honesto, sino que trataron de defender sus bastiones políticos que les generan grandes dividendos sobre todo económicos.
La población ya está cansada y posiblemente las elecciones de 2021 sean un fracaso.
O un parteaguas rumbo a un nuevo sistema de política en México.