- Con asistencia y gol, el ariete argentino lideró la victoria culé 0-2 en casa del Sevilla; escalan al segundo lugar general momentáneo.
Barcelona ha vuelto a la carga por el título liguero después de asaltar el Ramón Sánchez Pijzuán con victoria 0-2 frente al Sevilla, gracias a los goles de Ousmane Dembélé y Lionel Messi, duelo correspondiente a la Fecha 25.
Este resultado les permite a los dirigido por Ronald Koeman colocarse segundos de forma provisional y meter presión al Atlético de Madrid antes de su visita al Villarreal este domingo.
El equipo culé ganó el primero de dos encuentros al Sevilla, previo al duelo de vuelta por las Semifinales de la Copa del Rey, que se celebra este miércoles en el Camp Nou.
Además, Barcelona se mete de lleno en la pelea por el título. Triunfo que consolidan la idea de Ronald Koeman con un protagonista indudable: Ousmane Dembélé.
El galo completó uno de sus partidos más brillantes desde que llegó a Can Barça, no era una empresa difícil dado su reguero de lesiones, pero fue vital en la capital andaluza para poner contra las cuerdas a su rival. La primera ocasión del partido fue un disparo suyo desde la frontal a los 20 minutos. El único que se atrevió a romper líneas y olvidar la rigidez de los esquemas y el respeto inicial.
Nueve minutos más tarde, en una recuperación del Barcelona en el centro del campo, Messi puso en las botas de Dembélé la posibilidad de definir en un mano a mano ante Bono. El francés no falló con un zurdazo, pero más que suficiente para corresponder a sus méritos. Los de Julen Lopetegui intentaron despertar pero no reaccionaron hasta el segundo acto.
El técnico del Sevilla metió tres cambios al descanso y ganó posesión, pero fue incapaz de encontrar el camino para hacer daño al Barsa. Escudero tuvo la mejor ocasión con un cabezazo potente tras un centro de Suso. Antes, Dest la estrelló en el palo con violencia y Jordi Alba estuvo a punto de rematar un centro magnífico de De Jong.
Pese a la mejoría local, Barcelona siguió siendo merecedor del triunfo y generó más oportunidades. El propio Dembélé habilitó a Messi en una jugada de muchos quilates que no aprovechó el argentino. Sí lo hizo en la recta final del choque, cuando apenas quedaban cuatro minutos, y tras apoyarse en el joven Ilaix Moriba, otro de los que reclamó los focos.
Sin más modificaciones en el luminoso, y tras el gol final de Messi, Barcelona cerró una victoria sin alharacas ni brillo, pero más que interesante ante un rival muy potente, en un momento decisivo de la temporada, y antes de que la Copa del Rey resuelva su primer finalista el próximo miércoles. Hay Liga y Barcelona quiere estar en la batalla.