Perry Marshall, de 21 años de edad, fue detenido y llevado a juicio en la Manchester Crown Court de Inglaterra, por acosar a una mujer que conoció en una app de citas y lo rechazó. El hombre, le enviaba mensajes de texto y de WhatsApp exigiéndole atención. Más de una vez, llegó hasta su casa para amenazar a la mujer y a su esposo.
De acuerdo con las autoridades, Perry Marshall “estaba muy lastimado” por el rechazo de la mujer, pues ella dejó de responderle luego de la primera cita donde tuvieron relaciones sexuales. Perry Marshall y la víctima, se conocieron a través de una página de citas. Según lo dicho por el hombre, luego de que tuvieron relaciones sexuales, la mujer no volvió a ponerse en contacto con él.
Un par de días después de la cita, la mujer encontró 14 mensajes de Marshall amenazándola con contarle todo a su esposo. En respuesta, ella solo le pidió que se alejara y bloqueó su número.
Pero el acoso del hombre no se detuvo y continuaron los mensajes. Incluso, en uno de estos, Perry Marshall amenazó a la mujer con “lanzar un fuego artificial” contra su esposo si ella seguía rechazándolo.
La víctima recurrió a planear otra cita con Perry Marshall para explicarle, en persona, que era momento de alejarse; pero, aunque el hombre pareció haber entendido la gravedad de sus acciones, continuó acosándola enviando mensajes de amenaza diariamente. Dado que los mensajes seguían llegando, la mujer decidió cambiar su número de teléfono, creyendo que así terminaría el acoso de Marshall. Pero, días después, el hombre llegó hasta la casa de la víctima y comenzó a arrojar objetos a la puerta y a gritar.
Nueve días después, Perry Marshall regresó a la casa de la víctima a golpear y gritar contra la puerta. Hasta esta ocasión fue detenido por acoso.
Corte impuso una orden de restricción contra el hombre acosador
Tras las dos semanas de acoso contra la mujer, la Manchester Crown Court impuso una pena de prisión de nueve meses, y 100 horas de trabajo comunitario. Además, le dictaron una orden de restricción de dos años.
Luego de que la defensa del hombre explicara que su comportamiento amenazador y «tendencia al acoso», eran consecuencia de «problemas emocionales» producidos por desórdenes familiares, el tribunal también impuso un requisito de rehabilitación mental de 30 días.