QUIJOTE

En México

  • Incierto abastecimiento de energía eléctrica

En días pasados, en 12 estados del país y San Luis Potosí fue uno de ellos tuvimos una interrupción de energía eléctrica de entre 6 Y 7 hasta cercano la medianoche.
En el altiplano el municipio de Charcas lo resintió severamente y en la zona de la Huasteca sur también.
Pero en la capital potosina en varias colonias de la zona norte y del oriente sufrieron esta interrupción eléctrica que coloquialmente le llamamos apagón.
Empezó desde la mañana a divulgarse a través de las redes sociales la posibilidad de una interrupción eléctrica masiva por varias horas, pero fue hasta por la tarde en que la Comisión Federal de electricidad lo anunció de manera oficial.
La población en su mayoría no estaban preparados para esta prolongada interrupción eléctrica, situación que en la capital potosina no sucedía desde principios de la década de 1980. Si bien es frecuente que haya algúna interrupción eléctrica por la caída de algunos cables o por algún accidente que derribe algún poste.
En principio se divulgó que este incidente de interrupción eléctrica masiva se debió a las bajas temperaturas, pero más tarde se fue conformando oficialmente alguna otra versión:
El apagón que afectó al norte de México se debió a que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no quiso pagar más por el gas natural abastecido por el corredor Texas-Kansas-Louisiana ante el alza de precios por el frente polar que azota dicha región estadounidense.
Hoy los especialistas han dicho que será necesario crear planes alternos para cuando el precio del gas natural texano suba lo suficiente, teniendo un nicho de oportunidad la capacidad de Tamaulipas para desarrollar energía eólica y de gas.
Si bien no es posible prometer que no habrá apagones en el futuro, sí hay bases para afirmar que las fallas en el sistema eléctrico nacional se harán cada vez más comunes. Desde que empezó el actual gobierno se ha suspendido la construcción de nuevas plantas privadas de generación. Si la CFE estuviera construyendo las suyas no habría problema, pero la CFE no está construyendo nada. El dinero público se está yendo a la refinería de Dos Bocas.
La CFE tiene un monopolio en transmisión y distribución, pero por falta de recursos no está invirtiendo lo suficiente en estos campos. Los privados solo pueden invertir en generación, pero López Obrador ya no lo ha permitido. El problema es que, si no hay inversión, el sistema se volverá cada vez más obsoleto.
Tal vez sea necesario que domésticamente empecemos a cotizar paneles solares para generación de energía eléctrica para abastecer a nuestros hogares ante el futuro incierto del abastecimiento de energía eléctrica en México.
México podría producir su propio gas, porque el noreste de nuestro país tiene las mismas estructuras geológicas que el sur de Texas, solo que en México está prohibida la fractura hidráulica que se emplea para extraerlo. Tampoco tenemos capacidad de almacenaje, porque los proyectos de Cenagas para construir instalaciones fueron suspendidos por el gobierno de López Obrador. Por eso las generadoras del norte de México dejaron de operar tan pronto se cortó el suministro de gas de Texas. No tenían reservas.
Mientras no se corrija la política energética, México continuará padeciendo problemas de suministro eléctrico y seguramente enfrentará precios o subsidios de la electricidad más altos.
Para México la falta de energía eléctrica es un problema mayúsculo, ya que a través de las décadas la sociedad se ha ido acostumbrando a la energía eléctrica como un elemento elemental para todo el desarrollo humano.
En el aspecto industrial la robotización requiere indefectiblemente de la electricidad, los hogares se han ido adaptando de una manera total al servicio eléctrico; la educación depende cada vez más de la electricidad.
Y por si esto fuera poco la industria automotriz está cruzando la línea de los combustibles fósiles a la energía eléctrica, pero si México no la tiene, estamos acabados.