Antonio López

Antonio López, el gran artista de Santa Fe en Cancún

Nació en La Habana, la Habana vieja, precisa, y nunca ha dejado Cuba: “Vivo, sí, una doble vida con mi estancia en Cancún que es el lugar de México que me parece más parecido a Cuba, por la gente, el clima, la playa…”
Llegó a Cancún hace un lustro por un contrato de trabajo del fondo de bienes culturales de CUBA, que reúne a artistas y artesanos, lo mejor de la isla para el mundo, y no pudo evitar enamorarse del Caribe mexicano.
Estoy vinculado con la actividad artística desde los años 90, mi esposa y yo pertenecemos al Fondo y año con año ha sido un constante aprendizaje. Empecé trabajando la madera, mobiliario en general, diseños, acabados y una cosa me fue llevando a la otra. Aprendí teoría del color” y como autodidacta fue preparándose y vinculándose con otros artistas…
La pandemia para el maestro López ha sido una etapa de aprendizaje y de introspección. “La he pasado solo, mi esposa se quedó en Cuba y lejos de dejarme llevar por la soledad, la depresión o algo así he visto el lado positivo, he sido productivo y dado que no me sé quedar quieto quise compartir el arte con quienes me rodean, especialmente mis vecinos más cercanos y hemos iniciado un movimiento que nos reúne todos los sábados para estrechar lazos y disfrutar del arte”.
Antonio López, formado en el ámbito de la ciencia, como Ingeniero Biólogo Marino, transmite su amor por el mar, el buceo y el ambiente del Caribe en sus obras, particularmente en el Callejón Creativo de Santa Fe, una conocida zona residencial de Cancún, donde “todos tienen algo qué compartir, todos interactuamos, cada cual expone lo que produce y nos apoyamos incluso económicamente”. Pasó los primeros meses de la pandemia -marzo y abril- pintando un mural que a él y a los vecinos les ha dado grandes satisfacciones, dejando de lado la idea de que “el artista” es un ser lejano al que pocas veces se puede uno acercar y logróque los habitantes de esa zona apreciaran algo distinto.
Imposible evitar preguntarle con respecto a las nuevas generaciones, especialmente un mensaje destinado a aquellas familias en las que los más pequeños tienen habilidades y la sensibilidad artística pero los padres temen por el futuro de sus hijos pues ignoran el mundo de oportunidades que pueden tener: “A ellos les digo que la vida es un reto, hay que hacer lo mejor a diario y el arte es el mejor camino. Yo mismo he fracasado en algunos proyectos pero me he levantado. ¡Hay que volver a levantarse! Así es la vida y el arte, si quieren seguir ese camino, es el mejor para crecer y conocerse uno mismo”.