Messi saca al Barcelona

Messi saca al Barcelona de la depresión

El Barcelona salió de la depresión con un doblete de Leo Messi y un tanto de Jordi Alba que le dieron el triunfo 3-0 contra un voluntarioso Elche CF en el partido aplazado de la primera jornada de LaLiga Santander, disputado en el Camp Nou, y que le devuelven tercera plaza y autoestima tras los últimos malos resultados.
Con esta victoria el Barça se rehízo de los tropezones contra el PSG en Champions y el doméstico ante el Cádiz, supera en la tabla al Sevilla, con el que tendrá un doble enfrentamiento en Liga y Copa del Rey en esta próxima semana, y acorta hasta los cinco puntos su distancia respecto al líder Atlético. Ronald Koeman lanzó un llamamiento a las ‘vacas sagradas’ para sacar al equipo del apuro en que le metió el Cádiz. Una igualada que minó aún más el ánimo que la goleada del PSG en la Liga de Campeones por lo inesperado de un revés que torció aún más su paso en la Liga a la caza del Atlético.
El llamamiento se cobró una pieza, pues, a pesar de haber excusado a Lenglet por arriesgar en exceso en el penalti que supuso el empate liguero, el central francés se quedó en la grada del Camp Nou, relevado por un inseguro Umtiti, junto a otros ilustres como Antoine Griezmann o Busquets.
Busquets cedió el mando en el centro del campo a un Pjanic con opción de reivindicarse, pero el bosnio solo tuvo una parte en la que volvió a exhibir una versión gris ante un Elche que salió respondón, alentado por el triunfo contra el Eibar en el reestreno de Escribá en el banquillo el Elche.
Lucas Boyé envió alta una asistencia de Emiliano Rigoni desde el flanco izquierdo en el arranque del partido. Entonces, Rigoni dio la razón al planteamiento de un Escribá que anticipó que su equipo aplicaría una presión alta para tejer una tela de araña en la que enredar las combinaciones de Messi.
El extremo argentino del Elche se convirtió en un tormento para Mingueza en los instantes iniciales antes de que el Barça comenzara a acumular balón y ocasiones en las botas de un participativo Trincao, quien, tras una jugada de titiritero vio cómo Badía le sacaba un balón que parecía el 1-0.