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El San Martín de Porres que no se robaron

  • Llegar al callejón de Guajardo en el centro de la ciudad nos remite al año de 1963, cuando se fundó el restaurante de Mariscos Guajardo por Don Candelario Mendoza y su esposa Catalina Armendáriz.

Al entrar al lugar se encuentra un nicho hecho especialmente para San Martín de Porres (Es conocido también como «el santo de la escoba» por ser representado con una escoba en la mano como símbolo de su humildad). Paty Mendoza, hija de Don Candelario cuenta que a San Martín lo tienen ahí porque hace años había una capilla al lado a donde iba su papá antes de trabajar, -quien siempre fue muy madrugador porque iba al tren a esperar los ostiones todos los días a las 5 de la mañana- en una ocasión asaltaron la capilla y se llevaron una virgen tallada en cantera, un cristo muy grande pero a San Martín de Porres no se lo llevaron porque se quedó atorado entre los barrotes.
Después del asalto quedó todo destruido y a San Martín lo rescataron y ahora se encuentra en un nicho hecho especialmente para que estuviera ahí, dentro del restaurante.
Paty platica que hay gente que va a visitarlo, algunas personas le llevan una escoba. Una que tiene ya está muy usada, “como si saliera a barrer en la noche” -comenta. La otra está casi nueva porque se la acaban de regalar. Pero ahí está ahora y con mucho cariño les hace compañía mientras trabajan.
El lugar ahora tiene la compañía de San Martín de Porres día y noche. También en las paredes hay cristos y peces pintados y hasta un tiburón colgado del techo – un mural que hizo Don Candelario todavía está, tiene un paisaje del mar con un cristo como “flotando” en el agua y en su mano derecha sostiene un pez–.
También se encuentra al fondo del local el retrato de Don Candelario y Catalina que tiene dos floreros con rosas y flores de colores que cambian constantemente para que estén frescas. El lugar es muy familiar para disfrutar de los platillos inventados por Don candelario como la bomba molotov o las tostadas de ceviche con mayonesa. ¡Provecho y visiten a San Martín!