Un hombre, de 67 años, molesto con la atención médica fue puesto en custodia tras un tiroteo en una clínica en Minnesota que dejó un muerto y otros cuatro heridos, informó la policía.
Gregory P. Ulrich, de Buffalo, se encuentra detenido en la cárcel del condado de Wright.
Las autoridades dijeron que Ulrich no les es ajeno, porque han respondido “varias llamadas” relacionadas con él desde 2003. El jefe de policía de Buffalo, Pat Budke, indicó a KSTP, una estación de TV afiliada a ABC, que el tiroteo ocurrió dentro del campus de Allina Clinic Crossroads.
Budke dijo que lo más probable es que el tiroteo “tuviera como objetivo esa instalación o alguien dentro (…) Hay un historial de que no está satisfecho con la atención médica que recibió”.
De acuerdo con Star Tribune, las autoridades confían en que Ulrich actuó solo. Se espera que comparezca ante el tribunal el jueves por la mañana después de que se presenten los cargos junto con más detalles sobre el tiroteo y su motivo que probablemente sea revelado. Raymond Zanstra, quien le alquiló una habitación a Ulrich durante unos 18 meses hasta julio, dijo que estaba molesto porque un médico “no le dio altas dosis de analgésicos”.
Urlich estaba tan furioso, difundió el Star Tribune, que puso el nombre del doctor en un letrero, en el que lo llamaba “un ladrón y simplemente no sirve”, y lo colocó en el cobertizo de la casa móvil “frente a la carretera principal que va al hospital para que todos pudieran verlo”.
ABC News contactó al hermano de Ulrich, Richard, quien no había escuchado la noticia en ese momento y comentó que no había hablado con su hermano en unos meses. Richard Ulrich agregó que su familiar se sometió a una cirugía de espalda hace un par de años y le recetaron opioides, lo que cree que llevó a su hermano a actuar contra la clínica.
Según CNN, cuando llegaron los agentes, encontraron varias víctimas y detuvieron al sujeto. Los oficiales también hallaron un paquete sospechoso en la esquina del vestíbulo de la clínica de salud, según el alguacil del condado de Wright, Sean Deringer. La policía también encontró varios dispositivos sospechosos en un motel cercano donde se alojaba el sujeto, mencionó Deringer.
El jefe policiaco Budke dijo que el escuadrón de bombas de Minneapolis se dirigía a la escena para verificar y despejar el sitio donde ocurrió el incidente.
Budke indicó que a las 11:42 horas la situación ya estaba bajo control y que no existía una amenaza continua para la seguridad pública.
El North Memorial Health anunció que tres víctimas se encontraban en estado crítico pero estable y que una había sido dada de alta. Más tarde, se confirmó que una de las personas que fue transportada al hospital murió.