Todo cambiará en el trabajo

  • Las actividades productivas se desarrollarán en nuevo marco conceptual y operativo distinto

Hoy escuchamos a muchas personas exclamar con esperanza: “cuando todo vuelva a la normalidad” y muchos otros se atreven hacer planes en base a modelos anteriores a la pandemia.
Sin embargo, ello no será posible ya que no solo se han modificado la interacción entre seres humanos casi en todos los aspectos, sino las mismas actividades productivas se desarrollarán en nuevo marco conceptual y operativo distinto que, por ejemplo, dejará atrás el acudir físicamente a algún centro de trabajo.
Pero en muy poco tiempo se empezará a trazar la nueva normalidad que, por desgracia o fortuna, solo los más aptos sobrevivirán, lo que pone en evidencia que la teoría darwiniana sigue tan vigente como nunca.
Los consultores de innovación y nuevos modelos de negocio, trabajan ya sobre las nuevas tendencias representativas para este año en donde la humanidad se enfrenta a nuevos escenarios.
Por ejemplo el avance hacia lo digital y de los celulares inteligentes con multiplicidad de funciones son una realidad que habla de esa transformación, adaptación y renovación permanente.
Ciertamente habrá muchos cambios significativos: el trabajo a distancia básicamente se quedará igual. El modelo mixto de trabajo es irreal, simplemente seguiremos trabajando en línea desde nuestras casas cada vez más adaptadas para ello.
Asimismo se están creando múltiples espacios para grandes juntas digitales con todas las soluciones resueltas. Casi nadie quiere volver a vivir en el tráfico ni en esa vorágine que representaba trasladarse a una “oficina tumultuosa”
Los centros de trabajo administrativo están disminuyendo y cerrando gradualmente en un porcentaje altísimo y el ejemplo más cercano es el gobierno del estado de San Luis Potosí, ese modelo atrasado es retomado por tecnologías.
Cada día tendremos más asistentes digitales para trabajar en forma eficiente.
Los llamados hoteles de trabajo y viajes de negocios desaparecen en un 50%, por lo menos; ya no habrá viajes, congresos o reuniones de trabajo si es que se pueden hacer en línea y sin los gastos de desplazamiento y atención a los asistentes.
El turismo de trabajo desaparece prácticamente. Las llamadas se convierten en videollamadas. Las juntas internacionales en juntas en línea. Los grandes congresos en sistemas tecnológicos. Nuevos lanzamientos de productos en forma digital y tecnologías novedosas.
Por otra parte las casas se vuelven más tecnológicas y adaptadas al trabajo diario. Muchas empresas se dedicarán a solucionar las necesidades de trabajar desde casa.
La casa cambia de ubicación. Hoy se puede vivir fuera de una gran ciudad, trabajar igual y generar el mismo valor. La ubicación física pasa a un segundo término para las empresas, pero a un primer término para los trabajadores.
La productividad ya no depende de un jefe que te supervise, ahora es por medio de plataformas que te ayudan a medir resultados, y tiempos eficientes.
Y la forma de contratar personal se replantea. Contratar al mejor del mundo hoy es más fácil, económico y eficiente. No habrá diferencia entre contratar personal local y extranjero. Hoy todos somos globales.
Todo lo repetitivo se vuelve virtual y en esquema de suscripción. Desde iglesias, arte, gimnasios, cines, entretenimientos. A veces iremos a actividades presenciales, pero los números no darán para mantener las infraestructuras físicas que se tenían antes, como en el caso de los espectáculos musicales.
Se pronostica que las empresas que no inviertan por lo menos 10% en nuevas tecnologías, podrían desaparecer. La empresa tradicional llegó a su fin en el 2020.