El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) responsabiliza a Israel por el asesinato de un líder de la rama norte del Movimiento Islámico.
“Condenamos, en los términos más enérgicos, el brutal asesinato del líder del Movimiento Islámico, Mohamad Abu Najm, en la ciudad de Jaffa, a plena luz del día”, reza un comunicado emitido el domingo por HAMAS.
Abu Najm y otra persona resultaron heridos el domingo como consecuencia de un tiroteo perpetrado por un hombre armado en la ciudad portuaria de Jaffa, al sur de Tel Aviv, según informó el diario local The Times of Israel.
El dirigente palestino sucumbió a sus heridas después de que lo llevaran al hospital Wolfson, en la vecina ciudad de Holon, a fin de recibir tratamiento médico.
En su comunicado, HAMAS denuncia también que el régimen de Israel está llevando a cabo un “plan malicioso”, destinado a liquidar a los líderes palestinos, entre ellos los dirigentes de la rama norte del Movimiento Islámico. En noviembre de 2015, Israel ilegalizó la rama norte del Movimiento Islámico, organización palestina liderada por el sheij Raed Salá, debido a sus estrechos vínculos con HAMAS y la Hermandad Musulmana.
En febrero de 2020, el sheij Salá fue condenado por un tribunal israelí a 28 meses de prisión por cargos relacionados con el “fomento de la incitación contra los israelíes y la defensa de la violencia”.
HAMAS, por su parte, condenó entonces el fallo y denunció que ello “refleja la mentalidad extremista y racista que dirige las instituciones israelíes, particularmente los tribunales israelíes y su poder judicial”. Informes indican que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, utilizó la Presidencia de Donald Trump (2017-2021) en Estados Unidos para ampliar los asentamientos ilegales en los territorios ocupados palestinos. Durante este período, también han aumentado las demoliciones de las propiedades y las confiscaciones de las tierras palestinas. La oenegé israelí Paz Ahora, que rastrea la construcción de colonias por Israel en los territorios ocupados, denunció en noviembre de 2020 que el número de viviendas ilegales erigidas durante el mandato de Trump fue dos veces y media más que durante la época de su predecesor, Barack Obama.
