Perrita lleva 3 años visitando la tumba de un niño ahogado

Sucesos como el de Hachiko han demostrado que los perros son los mejores amigos del hombre sin importar las circunstancias; ahora, Mino ha robado los corazones de los internautas debido a su tierna y desgarradora historia.
El pelaje negro azabache de Mino clarea en la parte trasera del lomo, donde adquiere tonos de un marrón descolorido, algo que la familia atribuye a las largas horas pasadas bajo el sol y la lluvia sobre la tumba del niño fallecido ahogado en una acequia cercana a su casa en la provincia de Long An, en el delta del río Mekong.
Nguyen Thi Ut, abuela del pequeño, cuenta cómo tres días después del entierro, celebrado en la parte trasera de la casa, el perro se instaló sobre el sepulcro y no hubo manera de que lo abandonara.
«Traté de que dejara de ir porque no me parecía bien, pero siempre terminaba volviendo. Al final decidí dejarle», cuenta la mujer de 57 años.
Mino llegó a la familia siendo un cachorro, cuando el pequeño Khet tenía apenas un año y desde el principio, relata Ut, se hicieron amigos, pasaban el día jugando juntos mientras los padres trabajaban y los abuelos se ocupaban de la casa.