Sexo espontáneo: ¿Qué consecuencias puede traer?

Sexo espontáneo o planificado? ¿Qué es mejor? Por un lado, están los que consideran a la espontaneidad como la salvadora de una relación de pareja. Y por el otro, los que afirman que planear las cosas permite una mayor creatividad e imaginación.
Por supuesto, ‘sobre gustos no hay nada escrito’ y cada cual es dueño de hacer lo que desee. Sin embargo, antes de tomar partido por una de las dos alternativas, debemos dejar de lado los mitos y aprender un poco más sobre cada opción. Entérate de más en este artículo.
Sexo espontáneo: ¿Sí o no? Para muchos, los encuentros más placenteros son aquellos que no se planifican. Para otros, es necesario hacer varias cosas antes de tener sexo, tales como acostar a los niños (o llevarles con los abuelos), buscar el día y horario adecuados, elegir el momento de la semana en el que se tiene menos trabajo, entre otras.
El sexo espontáneo puede ser una ‘excusa’ para no tomarse el tiempo de planificar esos ratos que podemos pasar con nuestra pareja y ofrecer (así como también recibir) aquello que nos gusta.
Se suele creer que la planeación en el sexo le resta calidad a la experiencia; como si el hecho de saber de antemano qué sucederá, qué sentiremos o qué cosas haremos le ‘restara magia’. ¡Y eso puede ser completamente falso! Se dice también, que organizar el encuentro justamente nos quita tiempo para disfrutar.
Equilibrio entre lo espontáneo y lo planificado
El encuentro sexual se puede planificar mientras viajamos a la oficina, mientras limpiamos la casa o mientras cocinamos. No quiere decir que debemos dejar todo de lado para organizar lo que sucederá esa noche, aunque siempre es bueno tomarse unos minutos para conseguir algo de lencería, elegir música, preparar una cena especial, entre otras cosas.
Incluso, cuando estemos planificando, podemos disfrutar de un aumento del estímulo erótico. Pensar en lo que sucederá en breve incrementa la libido. Y después, podemos aprovechar ese impulso para pasarlo de maravilla.