Paz y Fuentes ‘hablan’ sobre amistad, política y democracia

El libro no trata de mí, sino de la amistad entre Octavio Paz y Carlos Fuentes, de la pasión devoradora que los unió y los separó: la crítica”. Estas son palabras de la poeta y ensayista Malva Flores, quien hace algunos años se propuso indagar lo que había existido alrededor de una amistad tan estrecha en los primeros años y con diferencias profundas al final.
Tal es el sentido del libro Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crónica de una amistad (Ariel, 2020), concebido como una manera de acercarse a un pasaje fundamental de la cultura mexicana, no solo de la literatura de la segunda mitad del siglo XX, cuyo objetivo primordial fue recordar que “alguna vez la literatura mexicana y la latinoamericana mostraron en los debates de la prensa una profundidad y un nivel que, pese a su extraordinaria rudeza verbal, no han vuelto a tener.
“Ambos pensaban que tenían muchas diferencias entre sí, pero, dijo Fuentes en 1984, ‘siempre hemos estado de acuerdo en estar en desacuerdo. Sin embargo, como escritores y como mexicanos, es mucho más lo que nos une que lo que puede separarnos. Nos une la confianza en los valores de la vida democrática’. Pienso que al final de los varios distanciamientos que tuvieron, y más que las diferencias literarias, fueron esos valores de la vida democrática los que resultaron muy diferentes a los ojos de ambos”, reconoce Malva Flores a propósito del lanzamiento del volumen.
Autora de títulos como Viaje de Vuelta. Estampas de una revista y, más recientemente, Sombras en el campus (Notas sobre literatura, crítica y academia), la ensayista cuenta que su interés en la relación entre ambos personajes parte de una certeza: a lo largo de medio siglo contribuyeron a marcar el rumbo de la cultura mexicana, de ahí que sus diálogos, pero también sus debates, sean vigentes para los lectores contemporáneos.