De piloto de avión a repartidor de comida en Rusia

La pandemia del coronavirus ha afectado a muchos sectores. Uno de los más golpeados es el del transporte de viajeros.
Las aerolíneas han reducido su actividad al mínimo y sus empleados han tenido que reinventarse. Es el caso de Roman Savin, un piloto ruso cuya historia se ha hecho viral.
La falta de vuelos le ha obligado a buscarse un empleo entre semana de venta de repuestos aeronáuticos y, los fines de semana, otro de repartidor de comida a domicilio.
Según Savin, el año pasado volaba entre 90 y 100 horas al mes. Ahora, no acumula ni 140 en todo el año.
«Sigo trabajando como piloto de aerolínea, ya que mi compañía todavía tiene algunos vuelos, la mayoría chárter, en realidad, y tengo un promedio de un vuelo al mes, lo que significa que dispongo de 30 días de sobra», declaró.
El joven, que empezó a trabajar como piloto a los 20 años de edad, asegura que eligió ser rider porque «ser un repartidor no trae ninguna obligación: no se firma un contrato, no hay un horario. Esa fue la parte principal para mí a la hora de elegirlo, no requería ningún horario, y dado que sigo volando de vez en cuando, fue perfecto».
Roman compartió su historia en redes sociales como Facebook o Pikabu, donde ha recibido comentarios mayoritariamente elogiosos por haber sabido reinventarse en esta situación tan comprometida.