La temporada 2021 no ha comenzado y la expectación e incertidumbre ya son máximas. El retraso del Open de Australia, cuyo inicio quedaría programado para el 8 de febrero, puede provocar un efecto dominó en lo que respecta a las fechas de los torneos más próximos, un baile de calendario en el que la ATP trabaja a contrarreloj para concretar los últimos detalles.
Ese maremoto provocado por el comienzo del primer Grand Slam del curso significaría que una buena cantidad de torneos tendrían que modificar sus fechas para poder celebrarse, e incluso otros quedarían cancelados a causa de la pandemia del COVID-19. Es el caso de Indian Wells, primer Masters 1.000 de la temporada, que podría decir adiós a su edición en 2021 debido al incremento de contagios en el estado de California en las últimas semanas. Tal y como señala el diario L’Équipe, una saturación de los hospitales obligaría a un nuevo confinamiento en la zona, por lo que se modificarían completamente los planes previstos para gestionar la logística del torneo. La información del rotativo francés apunta a que esta opción, a día de hoy, es la más probable. Al margen del Grand Slam oceánico y el primer Masters 1.000, el resto de torneos ATP que suelen formar parte del comienzo de la temporada podrían cambiar de fechas.
Las citas de Montpellier, Rotterdam y Marsella se retrasarían para salir adelante y no coincidir con el Open de Australia, que acaparará todos los focos del tenis en febrero durante dos semanas. Así las cosas, del 22 al 28 de febrero se disputaría Montpellier, del 1 al 7 de marzo lo haría Rotterdam y, por último, Marsella pondría fin a esta pequeña gira del 8 al 14 de marzo.
Más incógnita es todavía la primera gira de tierra batida que se disputa sobre suelo sudamericano, pero todo hace indicar que con este baile de fechas tanto Córdoba, Santiago de Chile o Acapulco deberán hacerse hueco en otras fechas del calendario.