La cantidad de emociones que ha producido WWE a lo largo de su historia ha impactado a muchas generaciones de jóvenes que soñaron con pisar uno de sus cuadriláteros y vivir la experiencia de ser una superestrella.
Aquellos niños y niñas que pagaron un boleto para ver las funciones de la empresa de los McMahon hoy son los ídolos del futuro y ese es el caso de Damian Priest quien este domingo buscará recuperar su campeonato norteamericano de NXT en los WarGames.
El puertorriqueño asegura que su emoción al subir al ring sigue siendo la misma que cuando su padre lo llevaba a las funciones del Madison Square Garden en los 90s. Priest ahora es supervisado por los luchadores que él admiró en su infancia, leyendas como Triple H y Shawn Michaels están al pendiente de todo lo que acontece con él, dentro de WWE, lo que lo tiene sorprendido en todo momento.
“El hecho de que alguien como cualquiera de ellos me escriba para preguntarte algo o solo darte un consejo, me paraliza”, declaró Priest en entrevista.
“‘¡Oh, tengo un mensaje de texto de Shawn Michaels! es decir ¡Shawn Michaels tiene mi número telefónico! y para mi es una locura. Hay cosas que nunca dejarán de ser geniales para mi y para ese niño que creció viendo lucha libre en Puerto Rico, ese siempre seré yo, no voy a cambiar nunca”, agregó. “Después del Campeonato de Norteamérica vendrá el título de NXT y luego el Campeonato Intercontinental, el de los Estados Unidos, el Universal y el de la WWE”, aseguró. “No sé, tal vez en el camino me encuentre a un compañero y podamos competir en la división de parejas, a lo mejor pierdo peso y compito en la división crucero, no lo sé”, concluyó entre risas el puertorriqueño.