Exalcaldesa amarra contrato a empresa; implica renta de casi 22 mil luminarias

La semioscuridad que cada noche surge por las calles de Pachuca es fiel reflejo de la opacidad con que se ejerció el presupuesto municipal durante la administración de la exalcaldesa panista Yoli Tellería Beltrán; el arrendamiento del alumbrado público que ilumina de manera deficiente a la Bella Airosa deja mucho que desear, porque las 21 mil 807 luminarias por las que se han pagado más de 83 millones de pesos en los últimos tres años han mostrado graves deficiencias para ofrecer seguridad a miles de habitantes de las distintas colonias y barrios que deben caminar atemorizados por las sombrías calles, donde operan a sus anchas los delincuentes.

Pero el asunto no para ahí: a unos días de entregar el cargo, Tellería Beltrán extendió por tres años más otro contrato a la misma empresa, endosando la obligación de pago al próximo gobierno municipal.

Documentos en poder de Expediente Ultra apuntan a la presunción de diversas irregularidades contenidas en la Licitación Pública Nacional, MPS-SA-LP-14-18, que avaló el contrato de arrendamiento, firmado el 5 de junio de 2018 por la presidenta municipal, Yolanda Tellería Beltrán; el secretario tesorero, Julio Daniel Reyes Rivero; el secretario general municipal, Aurelio Silva Ramírez, y el director de Alumbrado Público, Baldomero Gonzalo Badillo Alfaro, por la falta oficial, y por José Rafael Barrón Sánchez, representante legal de la empresa Lumo Financiera del Centro S.A de C.V., S.O.F.O.M., E.N.R”.

En dicho contrato, lo mismo que en la evaluación elaborada por el Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Seguro, del pasado ayuntamiento, no se explican los motivos para cambiar las miles de luminarias de la capital del estado; y menos, se ubica a las otras presuntas empresas que hubieran participado en la licitación.

Es decir, no hay elementos para corroborar que la firma ganadora ofreció la mejor oferta en cuanto a precio y calidad. Tampoco la justificación del por qué arrendar las luminarias a una empresa privada. La transparencia, en tal sentido, brilla por su ausencia.

Al no contarse con esta información, todo apunta a que se trata de una encubierta adjudicación directa, como la que autorizó Yoli Tellería y sus funcionarios a la misma empresa, y por otros tres años más, el pasado 20 de julio, un mes y 15 días antes de dejar el cargo. Esta vez, por un monto de casi 77 millones de pesos, dejando seriamente comprometidos en sus presupuestos  tanto al actual Consejo Municipal como al nuevo alcalde que tomará posesión el próximo 15 de diciembre.

Antes de entregar la administración al ayuntamiento entrante, el Consejo Municipal deberá investigar si las modificaciones anunciadas en el contrato firmado con la empresa se cumplieron tal y como quedaron asentadas, entre estas:

La desinstalación e instalación de materiales, accesorios eléctricos y sistemas de alumbrado público, incluyendo el brazo de la luminaria y el cableado del brazo existente”.

Además: “La sustitución e instalación de hasta 11 mil brazos de acero al carbón, de dos pulgadas de diámetro, con una longitud de 1,2 metros, con tornillería”.

Se enumeró también en las modificaciones a realizar: “Instalación de cableado de brazos y puesta a tierra de luminaria a percha (hasta 66 mil metros de cable de cobre de mono polar calibre 10 AWG TIPO THHW-LS y hasta 33 mil mts de cable de cobre desnudo calibre 10)”. Y la instalación de “hasta 44000 conectores de tope cilíndrico calibre 10”, entre otras tantas modificaciones a las instalaciones del alumbrado público que operaba con antelación la CFE.

Los funcionarios del pasado gobierno municipal, junto con su edil, deberán responder a preguntas tales como: ¿se realizaron realmente tales cambios o sólo fueron pequeñas adecuaciones para colocar las luminarias LED? Y si esto ocurrió: ¿existe un dictamen de la inspección técnica que así lo avale?

Los anteriores equipos de iluminación fueron arrumbados sin el menor cuidado en la Bodega de los Servicios Municipales, ubicada en la calle Plan de San Luis, a un costado del Panteón Municipal; y debe aclararse si existe un inventario de los mismos, pues se presume que los equipos no presentaban fallas y, de hecho, ofrecían una mejor iluminación porque las lámparas expandían la luz a todo lo largo y ancho de las calles; las luminarias de la empresa contratada por Yoli Tellería, nos comentaron, alumbran en forma vertical, por eso al caer la noche, barrios y colonias de la capital se encuentran en penumbras y a merced de los delincuentes.