Nos «agarró» desarmados

La epidemia SARS-CoV-2 que está lejos de cerrar su mortal capítulo

En México debido a la falta de estrategias de las autoridades a todo nivel estamos sufriendo una de las peores derrotas de nuestra historia porque los líderes de nuestro país no estuvieron preparados absolutamente para enfrentar al enemigo.
Nos “agarró” sin recursos económicos, sin personal táctico, ni equipo estratégico, tampoco organización social y la población desorganizada y diezmada en su salud.
La epidemia SARS-CoV-2 que está lejos de cerrar su mortal capítulo, y ya con casi 100,000 muertes y más de 1 millón de contagiados nos encontró vulnerables para hacernos presa propicia.
Adictos o acostumbrados a una mala alimentación, atrapados por las adicciones y habituados a la comida chatarra, nos hemos puesto en bandeja de plata ante el virus ya que nuestros cuerpos carecían de los nutrientes necesarios para protegerse de esta amenaza viral.
Hace exactamente ocho meses, se reportó la primer muerte por coronavirus Covid-19 en México, en este periodo han muerto oficialmente por esta enfermedad 100,000 seres humanos
La nación vive el tercer trimestre de emergencia sanitaria. Nuestras defensas naturales son las propias de un organismo endeble, dado que no contamos con una condición que nos proteja del alto riesgo de contagio.
La obesidad, las adicciones al alcohol y al tabaco, la ingesta en cantidades exageradas de comida chatarra en todas las edades y en todos los niveles socioeconómicos así como un descontrolado incremento de las enfermedades crónico degenerativas, nos tienen a merced de la epidemia.
Las autoridades sanitarias locales y federales, han difundido reiteradas veces varios mensajes a la población, entre los destacados e insistentes están: “es una epidemia de largo aliento que no terminará pronto”; “procurar la sana distancia”, “priorizar la higiene personal”, “en el hogar y en los centros de trabajo, utilizar cubre bocas”, “limitar la movilidad y suspender actividades no esenciales”.
Pero sobre todo, se ha alertado consistentemente respecto de cuidar la salud a partir de una alimentación sana, dejar de fumar y de beber alcohol; suspender la comida chatarra y extremas medidas en los casos de enfermos por diabetes e hipertensión.
Pero la respuesta colectiva no ha sido la esperada, de ahí que no se ha logrado a este momento el control de la pandemia, por el contrario los índices de contagio suben día con día y en el mejor de los casos permanece una cantidad constante de muertes y contagios de coronavirus.
Recientemente, se dio a conocer la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Es un estudio que se viene elaborando cada seis años. Habida cuenta de la magnitud de los hallazgos recientes, la encuesta será ahora anual.
La Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Nacional de Salud Pública, al dar a conocer la Encuesta 2012-2018, criticaron acremente que en el sexenio anterior, no se instrumentaron estrategias para combatir los problemas de salud de los mexicanos.
El diagnóstico obtenido de esa Encuesta no tuvo respuesta por parte de las autoridades sanitarias del país.
La población, sobre todo la de más bajos niveles socioeconómicos según las estadísticas no está dispuesta a someterse a una reducción de movilidad y continúa frecuentando los lugares que hacía antes de la pandemia.
Por otra parte toda la población y en especial esta de niveles bajos y medios socioeconómicamente no han suspendido actividades sociales, festivas, deportivas de manera clandestina. Por su parte las autoridades municipales siguen sin ayudar a que se cumplan estas disposiciones del sector salud.