Más de 20 ladrones armados irrumpieron este miércoles en un banco en una pequeña ciudad brasileña, tomaron rehenes, intercambiaron disparos con la policía en las calles y mataron a una persona antes de huir en una caravana de vehículos.
El asalto, en las primeras horas de la mañana en el puerto fluvial norteño de Cametá, es el segundo atraco de este tipo en dos días en Brasil, marcando una mayor escala, organización y agresión en los robos bancarios.
En el robo del miércoles, un grupo de hombres con armas de alto calibre asaltó una filial del Banco do Brasil, dijo el Ministerio de Seguridad del estado de Pará.
Imágenes en las redes sociales mostraron un tiroteo en las calles de la ciudad.
Los ladrones mataron a un rehén durante el atraco, agregó el ministerio, mientras que otro residente local recibió un disparo en la pierna y se encuentra estable en el hospital.
La autoridad dijo que había encontrado un vehículo abandonado en las afueras de la ciudad con explosivos adentro.
La ciudad estaba ahora en calma, agregó, con refuerzos policiales que llegaban en avión y barco.
No quedó claro de inmediato cuántos rehenes se habían tomado o si todos fueron liberados. Las autoridades tampoco dijeron cuánto dinero se robó del banco.
CRIMEN EN ASCENSO
Brasil tiene una larga historia de atracos a bancos y los principales prestamistas han luchado contra una ola de robos violentos en los últimos años.
El ataque de Cametá se produjo un día después de un robo similar en la sureña ciudad de Criciúma.
Los ladrones lanzaron explosivos y dispararon armas de alto calibre contra la policía, en un atraco que hirió a dos personas y dejó montones de dinero en efectivo en las calles para que los lugareños se lo quedaran.
Los asesinatos en Brasil han caído drásticamente desde que el presidente Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019, pero han comenzado a aumentar nuevamente.
Hubo 32 mil 298 asesinatos en los primeros nueve meses de este año, un 4% más que en el mismo periodo del año pasado, según un recuento del sitio web de noticias G1.