ay temas que los aspirantes a la presidencia municipal de Soledad de Graciano Sánchez debería de saber puntualmente y buscar soluciones y ponerlas a consideración y no sólo hablar de promesas faraónicas como construcción de hospitales de altas especialidades o de la creación de miles de empleos sin decir cómo sería posible todo eso.
Por lo pronto a los soledenses no nos fue nada bien, es lo que dicen los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, ante lo cual los ciudadanos debemos compartir la responsabilidad con el sector salud.
Uno de los elementos más destacados del estudio se refiere al consumo de bebidas embriagantes: el 29.3 por ciento de la población de 10 a 19 años de edad consume alcohol.
Soledad es el cuarto lugar de entre los cinco municipios con mayor porcentaje de consumo. El más elevado es uno de Puebla, con 30.8 por ciento.
El consumo de bebidas embriagantes inicia a muy temprana edad y luego se convierte en adicción en perjuicio de la salud de quienes caen en el pozo de este mal.
En el caso de la población de 20 años y más, el 22.6 por ciento consume alcohol.
El 3.9 por ciento de la población de 10 a 19 años de edad consume tabaco. Guanajuato es el estado donde niños y adolescente fuman más, con 9.5 por ciento.
En ese mismo rubro, para la población de 20 años y más, el 12.3 por ciento de los soledenses fuman.
Para el caso de la nutrición, la obesidad en la población de 12 a 19 años de edad es de 16.7 por ciento; el porcentaje más alto corresponde a un municipio de Colima con 24.9 por ciento. Soledad está entre los diez municipios del país donde la obesidad infantil y juvenil es alta.
Por lo que toca a la enfermedad de diabetes, en Soledad, el 10.8 por ciento de la población de 20 años y más, la padece. Mientras que para le hipertensión, el rango es de 19.2 por ciento de la población.
Visto lo anterior, el panorama es muy preocupante. En el contexto de la emergencia sanitaria, los problemas de salud y nutrición se potencian pues somos más susceptibles al contagio y luego a la muerte.
El municipio de Soledad, por ejemplo, es bebedor de cerveza y de refrescos: en promedio, una persona se bebe 68 litros de cerveza al año.
Pero lo más grave, especialmente por los efectos nocivos para niños y adolescentes, es el hecho de que en Soledad se consumen 163 litros de refrescos en promedio por persona anualmente.
Si a ello se le agrega el elevadísimo consumo de comida chatarra industrializada, el problema es entonces mayúsculo.
Para protegernos del virus es muy importante modificar nuestros hábitos alimenticios, si estamos sanos, nos cuidamos a nosotros mismos y a los demás. En muy simple: beber refrescos, jugos industrializados y agua endulzada, nos hacen proclives a la diabetes.
Y la diabetes es un factor que convierte en altamente vulnerable a las personas ante el virus del Covid-19
Quien pretenda ocupar la presidencia municipal de Soledad deberá tener en cuenta entre otros estos datos y plantear alternativas de solución reales y no sólo repartir paquetes de galletas, playeras y botellas de gel. La población tiene sumamente deteriorada su salud por descuido de las autoridades que no han sabido orientar a los habitantes para preservar su salud.