Un día como hoy pero de 1979, la legendaria banda de rock Pink Floyd lanzó una de sus obras cumbre, The Wall, el undécimo álbum de estudio de la banda británica. Con más de 40 millones de copias vendidas a nivel mundial, se trata de uno de los discos más exitosos de todos los tiempos.
Después de la caída del Muro de Berín y tras nueve años de haber terminado la gira promocional del álbum, el fundador del grupo, Roger Waters, ‘tomó’ la capital alemana para dar un concierto que marcó precedentes, The Wall Live in Berlin, que ocurrió entre Potsdamer Platz y la Puerta de Brandenburgo, lugar conocido como tierra de nadie durante la división de aquel país.
Los fanáticos aseguran que la producción fue una “premonición sonora» de lo que ocurriría en el régimen soviético, incluso el mismo Waters, aseguró en una entrevista para el programa de radio In the Studio with Redbear en 1989, que la única manera de que la banda se reuniera en un espectáculo sería “si el muro cayera”, en una época en la que los integrantes de la agrupación se encontraban distanciado por cuestiones legales.
Sólo ocho meses después del desplome de la construcción que dividió a la ciudad por más de 30 años, más de 400 mil asistentes disfrutaron del tema Another Brick in the Wall y las otras 25 canciones en el show que ocurrió la noche del 21 de julio de 1990.
El telón formado por los icónicos ladrillos blancos fue el lienzo para las imágenes que se proyectaron a lo largo del espectáculo y en el centro del escenario el logo circular de los martillos andantes decoró el evento de casi dos horas acompañados de pirotecnia, inflables y marionetas gigantes.