El Gran Premio de Baréin, el antepenúltimo del Mundial de Fórmula 1, que se disputa este domingo en el circuito de Sakhir, quedó parado con bandera roja, nada más darse la salida, a causa del accidente del francés Romain Grosjean (Haas).
Grosjean accidentó espectacularmente su monoplaza, que se incendió, pero, por fortuna, no sufre daños mayores. El golpe dañó la célula del combustible y de inmediato estalló. Grosjean escapó del incendio por su propio pie, aunque con algunas partes de su uniforme antifuego ya en el límite del tiempo de supervivencia.
“No quiero hacer un comentario médico aquí, pero tenía quemaduras leves en las manos y los tobillos, pero es algo ligero. Obviamente, está conmocionado y está pasando por todos los controles que debe hacer después de un impacto como este. Pero él está consciente, está bien, pero no tuve ningún contacto directo con él, solo con la gente de allí”, dijo el director del equipo Haas Guenther Steiner.
La última información es que el piloto ha sido llevado en ambulancia, y consciente, al hospital local. La FIA y la organización de la carrera laboran en las reparaciones del circuito.
La carrera se interrumpió en la primera vuelta, en la que el inglés Lewis Hamilton (Mercedes) -ya matemáticamente séptuple campeón del mundo-, que salía desde la ‘pole’, mantuvo su primer puesto; pero en la que el holandés Max Verstappen (Red Bull) avanzó uno y es segundo.