Rafa Nadal puso fin a un buen 2020 el pasado sábado con el triste epílogo de una nueva derrota en las ATP Finals, el único gran torneo que se le resiste y que, por unas cosas u otras, no ha conseguido ganar en sus diez participaciones. «Perdí una oportunidad importante, pero la vida continúa», expresó apesadumbrado.
Un borrón que no debe ensombrecer los grandes logros del balear en un curso extraño, marcado por la pandemia del coronavirus.
El más importante lo consiguió en Roland Garros, donde ganó por 13ª vez para sumar su 20º título de Grand Slam e igualar el récord de Roger Federer en el tenis masculino.
También superó a Jimmy Connors como el jugador con más semanas consecutivas en el top-10: 192 desde este lunes. Y es el que más años ha finalizado en el top-2 del ranking, 12, por encima de los 11 de Roger Federer. Además, en el Masters 1.000 de París-Bercy, Rafa alcanzó las 1.000 victorias, una cifra a la que han llegado sólo Jimmy Connors (1.274), Federer (1.242) y Lendl (1.068).
«No hace falta poner notas a este año, la única que hay es negativa por la situación extrema que estamos viviendo, con una dificultad que nadie nos imaginábamos. Todo pasa a un segundo plano, pero a nivel personal, para lo poco que he jugado, ha sido bueno.
Hay que estar satisfecho», dijo Nadal tras su derrota en Londres contra Daniil Medvedev, a la postre campeón.
El curso empezó para el de Manacor en Perth y Sídney, con la ATP Cup, donde España perdió la final contra Serbia y él acabó con un balance de cuatro victorias y dos derrotas. Continúo en el Abierto de Australia, donde chocó en cuartos con un gran Thiem, que sería finalista.
En Acapulco, justo antes del inicio del confinamiento, ganó el título.