Hacer ejercicio mejora la inmunidad para reducir el riesgo de cáncer

  • Según estudio, hacer ejercicio puede mejorar la capacidad del sistema inmunológico para atacar y erradicar las células cancerosas

De acuerdo con un nuevo estudio aplicado en ratones, el ejercicio puede ayudar a combatir el cáncer al cambiar el funcionamiento interno de ciertas células inmunitarias. Te informamos al respecto.

Estudio de la relación ejercicio-cáncer

Ya existe evidencia considerable y convincente de que el ejercicio altera los riesgos de desarrollar enfermedades malignas o morir a causa de ellas. En un estudio epidemiológico a gran escala de 2016, por ejemplo, se descubrió que las personas muy activas tenían muchas menos probabilidades de desarrollar 13 tipos diferentes de cáncer que las personas que rara vez se movían.

Recientemente, un grupo de científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo y otras instituciones comenzaron a preguntarse sobre los glóbulos blancos. Como parte del sistema inmunológico, los glóbulos blancos desempeñan un papel clave en nuestra defensa contra el cáncer al detectar, navegador y, a menudo, aniquilar las células malignas.

Los investigadores saben desde hace algún tiempo que los diferentes tipos de células inmunitarias tienden a dirigirse a diferentes tipos de cáncer. Ahora, para el nuevo estudio, que se publicó en octubre en eLife, los científicos de Suecia decidieron aprender más inoculando ratones con diferentes tipos de células cancerosas y dejando correr a algunos de los roedores, mientras que otros permanecían sedentarios.

Resultado del estudio de ejercicio en roedores

Después de varias semanas, los investigadores vieron que algunos de los corredores mostraron poca evidencia de crecimiento tumoral. Más intrigante, la mayoría de estos ratones activos habían sido inoculados con células cancerosas que se sabe que son particularmente vulnerables a un tipo específico de células inmunitarias, que tienden, principalmente, a combatir ciertas formas de cáncer de mama y otras formas sólidas. Tumores.

Randall Johnson, profesor de fisiología molecular con doble nombramiento en la Universidad de Cambridge en Inglaterra y el Instituto Karolinska, que supervisó el nuevo estudio mencionó que los resultados sorprendieron y entusiasmaron a los investigadores.

El estudio no muestra si todo el ejercicio tiene los mismos efectos en las células T o si algunos entrenamientos podrían ser más beneficiosos que otros para aumentar la potencia de estas células.

Tampoco sugiere que el ejercicio reduzca el riesgo y la progresión del cáncer únicamente al fortalecer estas células. Es más probable que el hecho de estar activo afecte la forma en que nuestro cuerpo se enfrenta a las neoplasias malignas de múltiples formas y tal vez interconectadas.