Inseguridad a la alza en la capital potosina

Ya para nadie es desconocido que en la capital potosina durante los últimos meses la inseguridad se ha incrementado de una manera escandalosa.
En todos los rumbos de la capital potosina no importando el nivel socioeconómico de la zona están registrados en delitos de todo tipo, que van desde el narco menudeo, asaltos a mano armada a negocios de todo tipo, robos patrimoniales, homicidios a la luz del día, secuestros express a trabajadores y otro tipo de delitos.
En su mayoría los afectados se resisten a presentar denuncias ante la fiscalía debido a lo largo y engorroso de los trámites y también debido a que los delincuentes son dejados en libertad fácilmente y lo más grave es que en muchas ocasiones tienen acceso a sus expedientes identificando fácilmente la identidad y domicilio de quien presentó la demanda.
Toda esta situación es cada vez más terrible sobre todo ante la apatía y falta de acción no de todos los policías ni de todos los cuerpos de seguridad pública, sino especialmente de la policía preventiva que son los encargados constitucionalmente de prevenir y evitar que se cometa todo tipo de delitos.
Existen zonas en la capital potosina en donde nunca se ha visto una patrulla hacer un rondín de vigilancia y mucho menos a policías municipales hacer rondines de vigilancia.
Sería ocioso mencionar cada una de las colonias que son descuidadas por la policía preventiva municipal. En ese descuido se incluye importantes zonas como el centro histórico en donde no existe vigilancia policiaca y en donde abiertamente se cometen una gran cantidad de delitos.
Solamente por poner un ejemplo se podría mencionar el llamado corredor peatonal más grande de México que es la ruta que va desde la calle de alhóndiga hasta la puerta del santuario de Guadalupe y que abarca tramos como la calle Hidalgo, la calle Zaragoza y la calzada de Guadalupe.
En toda esa zona peatonal se cometen muchos delitos patrimoniales, es sumamente frecuente encontrarse con ciclistas y personas en patineta que ponen en riesgo la integridad de las personas sin que exista un solo policía que emite estas anomalías.
En fraccionamientos y colonias de la zona sur de la capital potosina son frecuentes los asaltos patrimoniales a plena luz del día, lo mismo sucede en las colonias del norte de la ciudad y son incontables los asaltos en la zona oriente.
Las tiendas de conveniencia durante los últimos meses han sido víctimas de asaltos a mano armada hasta para robarse una cerveza o una botella de licor, poniendo en riesgo la vida de los empleados y de los clientes.
Los restaurantes de cierto nivel económico han tenido que establecer medidas de seguridad especiales con guardias armados para evitar seguir siendo asaltados por los delincuentes; pero restaurantes de los denominados “taquerías” que no cuenta con recursos para pagar un guardia armado sus clientes son frecuentes víctimas de los asaltantes.
Los ciudadanos ya no tienen seguridad de acudir a algún cajero debido a que son asaltados o bien los cajeros pregonen sus tarjetas.
Pero todo esto sucede por falta de la prevención de los diferentes tipos de delitos que se están cometiendo y constitucionalmente es responsabilidad del ayuntamiento de la capital evitar que se cometan los delitos, como el robo de vehículos a mano armada o el robo de vehículos que se encuentran estacionados.
Todo esto ha traído como consecuencia el que la ciudadanía empiece a armarse no ilegalmente ya que la SEDENA ha informado recientemente que la solicitud para posesión de armas de fuego durante los últimos meses se ha incrementado en un 140%, esto significa que la población tiene miedo a ser víctima de los delincuentes.