La incertidumbre en México

éxico tiene un problema enorme, como tal vez nunca lo había tenido: es la incertidumbre colectiva generada por el actual régimen denominado 4T. Que solamente es una fantasía para tratar de perpetuarse en el poder tal vez durante12 o 18 años.
Esta incertidumbre colectiva hace que el país se detenga en busca de respuestas a muy graves problemas.
Uno de ellos es la inseguridad, la cual se maneja únicamente como cifras y no como seres humanos o mexicanos muertos o mexicanos agraviados en su patrimonio. Hasta este momento los encargados de garantizar la seguridad a la población no han presentado un plan concreto y práctico de protección a la sociedad en todos los ámbitos desde carreteras, colonias y en todas las actividades como son las bancarias las escolares las laborales.
Tratar de ver lo que puede traer el futuro es siempre complicado. Pero hacerlo cuando nos enfrentamos quizás al momento de mayor incertidumbre en las últimas décadas, lo convierte en poco menos que una adivinanza.
La recuperación económica: en casi todo el mundo se ha visto una recuperación de la economía en la medida que se ha abandonado el confinamiento estricto ocasionado por la pandemia de coronavirus y se ha procedido a la reapertura.
Sin embargo, luego de un primer rebote, se ha percibido que se presenta un debilitamiento. Pese a ello, en el mundo desarrollado los pronósticos de la Reserva Federal o de la OCDE son mejores hoy que hace un par de meses.
En México, por el contrario, sólo se estabilizó la estimación de caída, alineándose en cerca de 10 por ciento para este año y sin consenso para 2021, en el que podría haber un crecimiento del 2 al 5 por ciento.
T odo esto cambiará si el curso de la pandemia es diferente al previsto.
El 12 de enero se hicieron públicos los primeros casos en China y hacia finales de febrero se reconocieron los primeros en México. Llevamos más de ocho meses en el mundo con la más grave pandemia en los últimos 90 años y no se ve ni cuándo ni cómo pueda terminar.
Esto afecta todo. Ha golpeado a la economía como nunca lo habíamos visto. Nos ha cambiado la vida cotidiana en múltiples aspectos. Y lo peor de todo es que no se ve luz al final del túnel, a pesar de lo que declare el presidente de la República de que “ya se ha domado la pandemia”
En el caso específico de México, las perspectivas oficiales han perdido credibilidad. El descenso de la curva de contagios ha sido lento y hay una clara subestimación de enfermos y fallecidos.
La gran apuesta hoy es la vacuna. Pero en el caso más afortunado de que alguna haya cumplido con todos los protocolos en el curso de este año, el proceso de vacunación tardaría en el mejor de los casos buena parte de 2021 y quizás incluso hasta 2022.
No sabemos a ciencia cierta cómo puede comportarse la curva de contagios en el camino.
El ejemplo de España es muy claro. Luego de que parecía que habían derrotado a la enfermedad entre mayo y julio, hubo un rebrote y hoy nuevamente hay amenaza de confinamientos, así sean locales.
La sensación de que ‘lo peor ya pasó’ es equivocada y puede generar un repunte de los contagios en México en el último trimestre del año.
Por otra parte algo que causa cada vez más incertidumbre es que desde las próximas semanas, México vivirá una efervescencia política, pues deberán definirse miles de candidaturas para las elecciones del próximo año y la competencia por ocuparlas va a marcar buena parte de la dinámica política de los siguientes meses.
Si alguien le dice que puede anticipar con certeza lo que va a ocurrir en los siguientes meses, desconfíe. Seguramente no está bien informado de lo que sucede en México.