El nuevo contrato de Hamilton rondaría los 130 millones

La renovación de Lewis Hamilton estaría encaminada aunque nunca se hubieran sentado a negociar. De hecho, nunca lo hacen: Toto Wolff y el piloto británico encuentran tiempo entre carreras, fuera de los circuitos y resuelven en una tarde, con una pizza (vegana), las bases de un contrato que luego detallarán los abogados. El calendario obliga a pensar que la confirmación de su continuidad en la Fórmula 1 con Mercedes es inminente, hay semanas de descanso entre Sochi, Nurburgring y Portimao y el anuncio sería un buen reclamo del equipo alemán en la carrera de casa. En cuanto a la duración del contrato, la duda está en si dos o tres años. Lo segundo reafirmaría su compromiso con el automovilismo a pesar de sus intereses variados fuera de los circuitos. En cualquier caso, puede ser el último que firme como piloto de Fórmula 1.
Con 35 años, 260 carreras, 90 victorias, 96 poles y 159 podios, camino de los siete títulos, la garantía de éxito que le ofrece Mercedes desde 2013 eclipsó en los últimos años cualquier canto de sirena, incluidos los de Ferrari. Hamilton siempre ha pilotado con un motor Mercedes en su carenado, incluso cuando estaba en McLaren, y la firma alemana no quiere perder su imagen, ni su legado, dejándolo escapar ahora para que amplíe su leyenda con otros colores. El propio piloto ha manifestado en alguna ocasión su deseo de trascender más allá de las carreras junto a la marca.
No obstante, Lewis ha tenido que esperar a que se aclaren los planes del equipo en plena pandemia. A favor de la continuidad de Mercedes siempre han estado las cuentas: la escudería es rentable, incluso tiene beneficios operativos, y además sirve de plataforma publicitaria mundial para el fabricante de automóviles. Pero ante un contexto mundial incierto, desde la matriz de Daimler habrán evaluado muchos escenarios para sus programas de competición y los gastos de otra época no serán tan fáciles de justificar ahora.