La titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de la Mujer, la Familia y Delitos Sexuales, Juana María Castillo Ortega, reveló que durante la pandemia por Covid-19, se ha registrado un incremento en la sustracción de menores como método para evadir el pago de pensión alimenticia.
Indicó que la sustracción de menores se ha convertido en una nueva forma de violentar a las mujeres en San Luis Potosí. Además, expuso que con la aplicación del semáforo Naranja, que dio pie a la movilidad de las personas al terminar el confinamiento, se registró un aumento en la sus-tracción de menores, y no por un interés legítimo.
Señaló que a partir de agosto se observó un alza en esta modalidad de violencia contra la mujer, en alrededor de un 5 por ciento, y añadió que en estos casos no solamente se vulnera a la mujer, sino también a los hijos, ya que atenta contra su derecho a vivir en un ambiente sano.
Castillo Ortega, indicó que hubo padres que no contaban con la custodia de los hijos y que no pudieron verlos durante el confinamiento, y al cambiar a semáforo Naranja tuvieron la oportunidad de convivir con los menores, pero optaron por retenerlos, «una vez que pasamos a semáforo Naranja convivieron con ellos y se los quedaron», añadió.
Dijo que desafortunadamente no lo hacen por un interés legítimo de querer convivir con los hijos, sino que lo utilizan como un método para obligar a que la pareja regrese a casa, en ocasiones con un agresor, o para evadir el pago de la pensión alimenticia, «entonces el fin no es legítimo», finalizó la funcionaria.