Muguruza cae con honor y problemas físicos ante Halep

  • Garbiñe Muguruza se quedó a un paso de alcanzar la final del Premier 5 de Roma.

Simona Halep, número dos del mundo, puso fin a una trayectoria brillante de la española, que había eliminado a Stephens, Gauff, Konta y Azarenka y jugó con mucha valentía ante la rumana, una tenista que no da una bola por perdida y que lo restó todo (6-3, 4-6 y 6-4).

Las dobles faltas (8), algunas en momentos clave en un mal día con el saque, por culpa en gran parte de unas molestias en el aductor de la pierna izquierda, lastraron las opciones de Garbiñe, que hubiera ganado con facilidad de haber tenido un poco más de pericia en esa suerte.
Pero con estos errores, un 57% de primeros, y sólo un 58% de puntos ganados con ellos, la tarea de vencer a Halep se hizo imposible. La ganadora se enfrentará este lunes (16:30, DAZN) en la final a una checa, Karolina Pliskova, vigente campeona del torneo que superó a su compatriota Marketa Vondrousova por 6-2 y 6-4.

Halep no espero mucho para dar el primer golpe en el inicio del partido. Lo hizo con un quiebre de salida al que no pudo responder Muguruza. La española tuvo ocasión más tarde de nivelar el partido, pero desperdició un 0-40 y en el siguiente juego volvió a perder su saque. Después acortó la diferencia en un arranque de carácter, antes de que la número dos del mundo volviera a romperle el servicio para apuntarse la manga.

Garbiñe pidió tiempo muerto médico y fue atendida en los vestuarios. Volvió a la cancha con un vendaje en el muslo izquierdo, pero no parecía muy mermada. De hecho, tuvo un 30-40 para ponerse con 2-1 y saque, pero la opción se fue de nuevo por la gatera. Como ocurrió en el primer set, Simona sí agarró su oportunidad y gracias a una doble falta de su rival se adelantó de nuevo (3-1) en la continuación de un carrusel de breaks al que por fin se apuntó Muguruza. Había partido y muy loco. El resto dominaba claramente al saque. Y en ese follón obtuvo ganancia la caraqueña. Su valentía tuvo premio. No le quedaba más remedio que jugar a tumba abierta y le salió bien.