Padres potosinos toman la CNDH, exigen justicia para sus hijos

  • Sus hijos fueron víctimas de violación y homicidio

A pocas horas de cumplirse dos días de que tres padres de familia tomarán el salón de juntas de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ubicada en la calle República de Cuba número 60 en la colonia Centro para pedir justicia, las autoridades han hecho caso omiso a las peticiones de las víctimas.

El pasado martes las víctimas que claman justicia para sus familiares con pancartas y banderas, se encerraron en la sala de juntas donde supuestamente una representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos los atendería el martes a las 12 del día, situación que nunca ocurrió.

Durante la madrugada los padres de familia, todos ellos de San Luis Potosí, explicaron desde un balcón a los medios de comunicación sus lamentables acontecimientos.

“Mi hijo se fue con un vecino pariente de tres abogados, se fueron a una fiesta y ya no regresó, a mi hijo lo mataron tres viciosos que están siendo protegidos, he mendigando me he arrodillado, he pedido justicia en todos los niveles de gobierno a Derechos Humanos de San Luis Potosí, a la fiscalía, al gobernador a todos les he pedido justicia, nunca me protegieron, son corruptos y por eso estoy aquí, a mi hijo me lo quemaron los tres viciosos, me lo quemaron vivo, no hay justicia”, dijo Silvia Hernández, madre de familia.

Silvia en su desesperación para que las autoridades competentes le hicieran caso y no la sacaran del lugar, se amarró con las agujetas de sus zapatos a una silla durante más de 7 horas.

En tanto, Marcela y su esposo Roberto pidieron desde un balcón del mismo edificio castigo para las violadoras de su hija de 4 años ocurrido hace dos años en un plantel educativo.

“Estamos aquí porque en el estado de San Luis Potosí violaron a mi hija de 4 años en un colegio, se vinculó solamente a una persona porque la otra no aparecía en el video y mi hija denunció que eran dos, las dejaron libres porque mi hija no dio ni día, ni hora exacta, una era una psicóloga y la otra maestra de preescolar, nosotros ya estamos cansados del estado de San Luis Potosí por qué derechos humanos nunca protegió a mi hija, queremos justicia”, dijo Roberto Carlos padre de la niña violada.

Ninguno de los tres padres de familia, que se encuentran sin comer y sin agua, piensan retirarse de las instalaciones hasta que las autoridades les den una solución y el castigo con la cárcel a los agresores de sus hijos que siguen libres.