Si hay algo muy preciado de lo que antes de la pandemia apenas disfrutábamos y que ahora parece que nos sobra es el tiempo, por lo que quedarnos sin vacaciones de verano puede parecer, a primera vista, una tortura.
Sin embargo, según los psicólogos, sentir un poco de aburrimiento es muy bueno porque estimula nuestra creatividad y nos permite explorar áreas de nuestra personalidad relacionadas con el placer, lo que nos puede llevar a continuar con ese hobby para el que no teníamos tiempo, aventurarnos en actividades como la música o la pintura, y, por qué no, dedicarle más tiempo a nuestra sexualidad y atrevernos a entrar en una tienda erótica online.
Hacia un estilo de vida más intimista
Si ya desde hace unos años son muchos los que proclaman que una tendencia al minimalismo, alejándonos del consumismo exacerbado, podría hacernos más felices, hoy vamos un poco más allá de lo puramente material, comprobando día a día cómo una vuelta hacia uno mismo, en el sentido más sencillo, mejora enormemente nuestra calidad de vida.
Tener tiempo para cocinar, mantener la casa limpia y ordenada, eliminar lo accesorio y disfrutar de momentos pausados para tomar un simple café, meditar o estar en silencio, está resultando ser la mejor medicina para un estilo de vida que nos perjudicaba.
La sexualidad como parte de la salud
Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a considerar el bienestar sexual como parte integrante y muy importante del estado de salud general, se ha estado observando cómo la falta de tiempo, los altos niveles de estrés y el coitocentrismo, entre otros, afectan negativamente al desarrollo de la propia sexualidad.
La falta de comunicación en la pareja y la carencia de estímulos nuevos, así como la dejadez, muchas veces por cansancio, a la hora de practicar la masturbación, están imbricadas en un estilo de vida caótico presidido por la prisa.
Así que, si te quedaste sin vacaciones, quizás sea el momento de darle vidilla a tu experiencia sexual, ya sea en solitario o en pareja, o incluso atreverte a llegar algo más lejos probando cosas nuevas o, simplemente, redescubriendo tus sensaciones.
Los números hablan
Nuestra sociedad se adapta a los cambios a una velocidad sorprendente, algo que los científicos consideran como una de las cualidades que nos hace inteligentes y nos diferencia de otros animales.
En pocos meses, ha disminuido el consumo de prendas de vestir formales y ha aumentado el de prendas cómodas, en una tendencia que parece extenderse a la oficina: las personas que volvieron al trabajo tras el confinamiento mantenían su preferencia por la comodidad frente a, por ejemplo, zapatos de tacón o prendas que necesitan mucho planchado.
Las ventas en sofás se han disparado y, en general, las de pequeños artículos para el hogar, así como de plantas y muebles de exterior, disminuyendo las de los vehículos. El maquillaje cede el paso al cuidado de la piel, mientras las ventas de juguetería erótica y complementos para el sexo no han dejado de aumentar.
En definitiva, una vuelta al disfrute personal sencillo y diario, que se aleja del estrés y el ruido, y permite conectar con las cosas más elementales como la comida, el sexo, el descanso, la naturaleza, el deporte y nuestras aficiones, en una visión de la vida mucho más intimista que la de los últimos años, tiende a hacernos sentir mucho más felices y realizados, siendo la época de vacaciones un momento ideal para ir creando hábitos de bienestar en nuestras vidas.